El control a los excesos de velocidad es una de las tareas más destacables de la Dirección General de Tráfico. Esta infracción comporta un riesgo elevado que puede comprometer la seguridad de todos los conductores, no solo de quien la comete, y además puede acabar convirtiéndose en un delito penal.
Para cumplir con este cometido, la DGT utiliza los temidos radares que, repartidos por la red de carreteras españolas, tratan de disuadir (y si no, de sancionar) a los conductores que gustan de pisar demasiado el acelerador.
Pero, como cualquier dispositivo o máquina, los radares necesitan unos cuidados y un mantenimiento que les ayuden a funcionar correctamente ya que, si no, pueden acabar registrando de manera errónea la velocidad de los vehículos. En estos casos, puede ser que incluso sancionen incorrectamente.
¿Cuánto cuesta mantener todos los cinemómetros de los que dispone Tráfico? Pues según el BOE publicado a finales del año pasado, el presupuesto que se fijó fue de 1'6 millones de euros que se preveían gastar a lo largo de este año.
Con esta cantidad, se revisarán un total de 168 radares fijos, además de las carcasas que los albergan y de las que se encuentran vacías a lo largo de las carreteras y que están instaladas a efecto disuasorio.
La calibración de cinemómetros consiste en determinar las desviaciones que presenta el equipo en tiempo real y con un automóvil de prueba. Se trata de comparar las lecturas que hace el radar con un algoritmo SPMV (Sistema Patrón de Medición de Velocidad) y detectar los errores para corregirlos y eliminarlos.
El mantenimiento también se centra en comprobar que las cámaras funcionan correctamente a la hora de hacer las fotos o de reparar los daños que hayan podido sufrir los cinemómetros fijos, que sufren las inclemencias del clima y, a veces, vandalismo.
3 comentarios
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Mallorquín al volante...
lo que es seguro es que saca mas de lo que cuesta
El costo sea cual sea, lo pagamos los ciudadanos, como todo.