Su nombre ha sonado en estas fechas en los círculos políticos. A pesar de que el PSOE no ve con buenos ojos su nombramiento, aparentemente no le queda otra que aceptar los nombres propuestos por Pablo Casado. Llama poderosamente la atención el hecho de que Arnaldo haya sido vinculado en el pasado a numerosos actos y publicaciones impulsadas o bien directamente por los conservadores o por su esfera ideológica; por ejemplo a través de FAES, el laboratorio de ideas que en 2002 impulsó José María Aznar y en el que han crecido políticamente numerosos líderes populares, entre ellos el propio Casado.
Distintas voces bien informadas en la esfera política nacional apuntan que, con toda seguridad, el PP tendría nombres que suscitasen más consenso y menos reservas para proponer a un cargo de la importancia de los magistrados del Constitucional.
En la retina queda la frase de Arnaldo al expresidente de Baleares, Jaume Matas, plasmada en el sumario del caso Palma Arena, según dio a conocer recientemente El País: «No te olvides de mí para los temas jurídicos». Justamente en esta misma jornada Matas ha conocido su última condena: 10 meses de cárcel por el caso Son Espases.
El juez José Castro analizó en su día el posible trato de favor hacia Arnaldo por parte de la administración balear. El jurista resultó imputado en esta macrocausa; sin embargo sus posibles responsabilidades prescribieron y su supuesta vinculación con Matas cayó en el olvido.
Casi quince años después de aquella circunstancia Arnaldo se ha visto obligado a hacer frente este martes en la cámara baja a las críticas de algunos partidos, no solo por el pacto hecho por PP y PSOE para repartirse los órganos constitucionales, sino por la falta de idoneidad para este encargo.
Las razones, básicamente, hay que encontrarlas en su relación con el PP o las FAES alegada por partidos tan antagónicos como lo son entre sí mismos Ciudadanos y Junts. Incluso el diputado socialista Odón Elorza ha mostrado sus reticencias, pese a que su partido ha aceptado su nombre en el acuerdo con los populares.
Más allá de exponer su trayectoria curricular, el virtual nuevo magistrado del TC ha defendido que «no tengo amigos en la política, nunca he recibido instrucción alguna de ningún partido, ni la aceptaría, no soy persona que reciba mandatos ni instrucciones, soy y me siento plenamente independiente sin equipajes ni peajes», ha subrayado.
Sobre las jornadas y todo tipo de actividades que a lo largo de los años ha compartido con las siglas que ahora le han propuesto ha ratificado que «la imparcialidad no se percibe por una conferencia o una publicación».
De este modo, Arnaldo ha admitido que ha acudido a FAES «en algunas ocasiones» para participar en debates de la misma forma que ha participado en «más de 400 foros de debate en España e Iberoamérica de distinto signo», dejando claro que nunca ha militado en ningún partido.
Eso sí, ha evitado entrar a valorar el procedimiento sobre la renovación del TC. «Mi comparecencia es como jurista. Mis respuestas han de ser las propias de un jurista y no con respecto a sus consideraciones políticas. No soy más digno que ninguno que ustedes, pero tampoco menos», ha dicho.
Asimismo, ha defendido su «presunción de inocencia» tras escuchar del portavoz de Ciudadanos, Edmundo Bal, que le han grabado conversaciones en la operación Lezo en las que decía estar asegurándose que el sustituto de la fiscal general fuera «bueno».
En este sentido el candidato a magistrado del TC ha recordado que fue exonerado hace años tras declarar en el juzgado y que jamás fue acusado de nada, a pesar de lo que podría sugerir una afirmación de este estilo.
3 comentarios
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Después de 46 años seguimos igual, todo atado de y bien atado, de los abuelos estos nietos.
LABORATORIO de IDEAS pero.... eso queesssss
Si no le gusta a Odón, punto a favor del candidato.