El secretario general de Junts per Catalunya, Jordi Turull; el expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont y la diputada de Junts, Miriam Nogueras, posan en el exterior del Parlamento Europeo, Bruselas (Bélgica). | Europa Press

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El PSOE y Junts han reiniciado y reconducido el «desencuentro» que se produjo el viernes entre ambas formaciones para avanzar hacia un acuerdo que permita la investidura del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez. «No hay acuerdo aún», sostienen diversas fuentes consultadas, que admiten que las negociaciones se complicaron mucho el viernes y alejaron la posibilidad de un acuerdo.

Pese a todo, el fin de semana ha servido para que socialistas y Junts hayan retomado los contactos con el objetivo de enderezar las negociaciones. El viernes, los contactos entre el PSOE y Junts se enfriaron porque ambas formaciones mantenían discrepancias sobre el alcance de la amnistía y su redactado, empezando por la exposición de motivos. Desde Junts, dejaban claro que el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont no estaba dispuesto a ceder en determinadas cuestiones, entre las cuales está el hecho de que la amnistía incluyera a los afectados por el caso 'Volhov', que investiga el presunto desvío de fondos públicos para actividades vinculadas al proceso independentista.

Alay, boye y borràs

Uno de los afectados en ese caso es el jefe de la oficina del expresidente catalán, Josep Lluís Alay, mano derecha de Puigdemont, pero también querían que la amnistía incluyera otros nombres como el de su abogado, Gonzalo Boye, y el de la expresidenta del Parlament y presidenta de Junts, Laura Borràs. El parón del viernes ha servido, según fuentes de Junts, para que el partido ponga sobre la mesa «más exigencias» para marcar diferencias respecto al texto de amnistía pactado entre el PSOE y ERC.

También piden la figura de un «mediador internacional» e ir más allá así del verificador acordado entre socialistas y republicanos, con presencia en una mesa de partidos y no en la mesa de negociación entre gobiernos. Así, ambas partes se ven abocadas a una negociación antes de que termine el plazo que conllevaría el escenario de una repetición electoral, pese a admitir que si hay acuerdo será una legislatura complicada, según las diversas fuentes consultadas.