Algunos votaron antes, otros decidieron hacerlo después, pero muy pocos se quedaron este domingo sin su llonguet. Alrededor de 20.000 personas, según los organizadores, disfrutaron de la V edición de la Fira del Llonguet en es Pil·larí, una feria gastronómica organizada por la Associació de Veïns es Pil·larí y la Associació de Forns i Pastisseries de les Illes Balears, en colaboración con el Ajuntament de Palma.
«Hoy es Pil·larí es la capital del llonguet en Ciutat. Esta feria tiene una gran importancia, ya que une la gastronomía y la cultura con la participación ciudadana, además de revindicar el llonguet, un símbolo emblemático de Palma» afirmó el alcalde de Palma, Antoni Noguera, que a las 10.00 inauguró el acto.
La Fira del Llonguet fue declarada de interés municipal el año pasado, y en cada edición que pasa demuestra estar más afianzada. Este año participaron hasta 14 hornos, que ofrecieron una amplísima variedad de llonguets: de butifarrón frito, de sobrasada con miel, de cerdo deshilachado con salsa coreana, de calamares, de frit, de lomo con pimientos, de albóndigas, de cordero, de pica pica y un largo etcétera que satisfizo a todos los paladares. Asimismo se sirvieron llonguets para veganos y celíacos.
A las cuatro de la tarde los hornos agotaron el género después de haber vendido casi 17.000 llonguets a lo largo del día. «Desde hace 5 o 6 años, gracias al colectivo Orgull Llonguet y las diferentes acciones que llevan a cabo, se ha puesto en valor el llonguet así como la figura del panadero y su labor» explicó Pep Magraner, gerente de la Associació de Forners i Pastissers.
La Fira contó también con espectáculos y música callejera a cargo de los Xeremiers de s'Arenal y del grupo K.Codril. A primera hora de la mañana los chefs de Ascaib Shenquiam Ye, Koldo Royo y María Salinas realizaron el showcooking Llonguet Gourmet, elaborando creativos panecillos que regalaron al numeroso público presente, que no dudó un instante en acercarse al escenario para recoger una porción.
Tras el showcooking se hizó entrega de los premios Tià Llonguet. En Facebook más de 260 personas decidieron entregar el premio Tià Llonguet del Año a Joan Salvà Vidal, que fuera el último alcalde pedáneo de es Pil·larí (1975 y 1980), presidente de la antigua Cooperativa de Marés y presidente de la Associació de Veïns hasta 1988. El Tià Llonguet de Honor fue, a título póstumo, para el popular pastisser Miquel Pujol, del desaparecido Forn de sa Pelleteria de Palma.
Un jurado, encabezado por el cocinero Koldo Royo otorgó el premio al Llonguet del Año al Forn La Hogaza, de Palma, por su llonguet caliente de gambas y sobrassada, un mar y montaña delicioso (foto circular).
Además de los llonguets, los asistentes a la fira pudieron disfrutar de más de medio centenar de puestos artesanos -donde pudieron comprar ropa, bisutería o elementos decorativos- y gastronómicos, en los que pudieron degustar empanadas chilenas, chucherías artesanales o patatas fritas caseras.
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