El protocolo, ha informado Cort a través de un comunicado, recoge las pautas adecuadas para el tratamiento de las personas trans en relación con los servicios policiales. Entre esas pautas figuran la manera de dirigirse los agentes a estas personas o cómo practicar registros corporales, entre otros.
Este protocolo, según el consistorio palmesano, muestra «la importancia de que los servicios policiales sean capaces de entender y respetar todas las cuestiones relativas a la identidad de género, poniendo en práctica políticas sociales que protejan los derechos de las personas trans con actuaciones seguras y éticas».
El documento ha sido elaborado por el equipo de gestión para la diversidad de la Policía Local de Fuenlabrada con el apoyo de la Asociación Chrysallis de Madrid (Asociación de familias de menores transexuales) y ha sido adaptado por la Policía Local de Palma.
Para la regidora de Justicia Social, Sonia Vivas, este protocolo convierte a la Policía Local de Palma «en un referente en el estado en la preservación de los derechos humanos de las personas del colectivo LGTBI».
Según la coordinadora de seguridad ciudadana, Joana Adillón, el protocolo «incide en el modelo de policía local de proximidad, haciendo una fuerte apuesta por la proximidad a la ciudadanía».