Cort pide al Gobierno medidas urgentes y valientes para regular el precio del alquiler de vivienda.

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El Ajuntament de Palma insistió este martes en su demanda al Gobierno central de que dote a los municipios de herramientas legales para poder regular el precio de los alquileres de viviendas, así como que prorrogue la suspensión de los desahucios más allá del estado de alarma.

La regidora de Modelo de Ciudad, Neus Truyol, subraya la urgencia de tomar una serie de medidas valientes de cara a frenar la emergencia habitacional que Palma, dijo, «cada día es más grande».

Reclama al gobierno de Pedro Sánchez que se ponga «del lado de las víctimas», que son las familias que en los últimos meses han visto reducidos sus ingresos (el paro ha crecido un 43 % en la ciudad) con motivo de la crisis sanitaria, mientras el precio medio de los alquileres apenas ha bajado un 9% en el último año cuando entre 2013 y 2019 había subido un 55%.

Recuerda que la regulación de los precios de alquiler ya es una realidad en muchas ciudades del mundo, con buenos resultados, y puso como ejemplo el caso de Berlín. Explicó que la capital alemana ha llevado a cabo diversas regulaciones en los últimos años y la última, a finales de 2020, consistió en una congelación de precios, fijando un tope de 9,8 euros el metro cuadrado, mientras que en Palma actualmente la media es de 12 euros el metro cuadrado. Así, indicó, «esta regulación en Berlín ha supuesto que un piso de 45 metros cuadrados antes costaba unos 600 euros al mes y ahora son 300 euros mensuales».

La regidora de Més per Palma reclama al PSOE y a Unidas Podemos «que se pongan de acuerdo de forma urgente» para permitir a los municipios o a las comunidades regular los precios del alquiler en aquellas zonas con mercados más tensionados, donde más se han incrementado los precios.

Asimismo ha hecho un llamamiento al nuevo Consell de l'Habitatge para «hacer un frente común» de las administraciones locales autonómicas a fin de exigir al Estado que dé estas herramientas normativas con las que regular el mercado inmobiliario.

«La vivienda es un bien básico y no puede ser un bien de especulación», recuerda Truyol, quién vuelve a cargar contra los grandes tenedores a los que acusa de no ser responsables ante esta grave situación. «Si actuasen con la responsabilidad acordé al número de viviendas que tienen y las pusieran en el mercado a un precio razonable no estaríamos en esta situación, pero ya se ha demostrado que no lo son», ha concluido.