Comerciantes con pancartas de protesta. | G.M./ M.A.CAÑELLAS

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La inminente llegada del ACIRE a la calle Bonaire y Santa Maria del Sepulcre, dentro del proyecto ‘Palma camina’, está provocando que algunos comerciantes de la zona se planteen no renovar sus contratos de alquiler o buscar una nueva alternativa en la Part Forana. Aunque oficialmente el Ajuntament dijo que entraría en funcionamiento en octubre, los comerciantes y vecinos andan inquietos: «Estamos esperando a que en pocos días instalen las cámaras y la señalización».

Según Antonia Cañellas, propietaria de la tienda de alimentación Es 20 de Bonaire, «hay comerciantes que se irán porque no les convence la limitación de tráfico del nuevo ACIRE. Los hay que ya se tuvieron que mudar de otras zonas como Sant Francesc donde entró también el ACIRE y se instalaron aquí. Parece que les persigue...».

Antonia Cañellas, de Es 20 de Bonaire.

En su caso, «intentaremos mantenernos, creemos que somos de los que menos sufrirán, pero nuestros clientes vienen de otros barrios con el coche a recoger sus pedidos. Gracias al tráfico que hay en la calle, que no es mucho, somos visibles».

Cambio climático

Este establecimiento que ofrece producto a granel admite que «somos muy proverdes, es el concepto de mi tienda, pero el cambio climático no parará por dos calles», mientras propone una solución intermedia como un ACIRE nocturno.

Juan Luque, de la carnicería Bonaire, insiste en que «habrá tiendas que se irán si cae la circulación y, por tanto, los clientes. Solo el 30 por ciento de mis clientes son vecinos. Los demás son de fuera y vienen con coche». Luque advierte que a sus 73 años, si bajan mucho las ventas, se plantea jubilarse y cerrar el negocio.

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Juan Luque, de la carnicería Bonaire, se plantea la jubilación.

Mientras André-Guy Baumann, de Light Wall, ya ha pedido permiso a Cort para que sus clientes puedan entrar para la carga y descarga de obras de arte en su taller de enmarcación de la calle Bonaire, en la tienda de muebles Roche Bobois admiten que tienen un serio problema.

«Compramos el local de al lado con párking para nuestros clientes, para que puedan llevarse los muebles. Y ahora vemos que no podrán venir hasta aquí con el coche», dice Carolina Barceló. Ya se plantea abrir tienda en la Part Forana.

Carolina Barceló, de Roche Bobois,
había adquirido un párking en Bonaire.