Acumulación de basura en Can Valero. | Click

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Las escenas en varios municipios de la Part Forana son las mismas estos días. Contenedores a rebosar de bolsas de basura, incluso esparcidas sobre la vía pública, ante la huelga de los trabajadores, que este pasado lunes fue paralizada a la espera de futuras negociaciones. Este martes por la mañana empezaban a ser desmantelados los cúmulos de basuras, por ejemplo en Marratxí. Al llegar a un contenedor impracticable muchos pueden haber sentido la tentación de montar la bolsa de basura en el coche y desecharla en otro lugar. ¿Qué afectación ha tenido esta situación a la vecina Palma?

Los responsables de recogida de residuos en la capital balear han indicado que no se ha notado una especial afectación en su labor ante el paro del servicio en municipios vecinos. «No hay desbordamientos en contenedores a las entradas de la ciudad». «Otra cosa es si se reactiva y se alarga la huelga, hacemos seguimiento pero de momento no hemos tenido consecuencias», precisan fuentes de Emaya, la empresa pública encargada de estos trabajos en Palma.

Las fuentes municipales ya han advertido con anterioridad el llamado turismo de residuos en Palma, que básicamente consiste en desplazarse a otra zona diferente a la que se vive para deshacerse de basura o efectos voluminosos, en muchos casos sin respetar las normas previstas para ello y provocando en ocasiones auténticos vertederos localizados.

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En este sentido, en Emaya recuerdan que anteriormente se retiraron puntos de contenedores de caminos y carreteras de entrada a Palma para evitar este fenómeno, algo que en ocasiones ha provocado molestias y quejas de los vecinos, como en el caso concreto de Establiments, una población con problemáticas propias asociadas a su trazado.

El alcalde insiste a la ciudadanía que haga un uso cívico de los contenedores.
Las autoridades insisten en la necesidad de hacer un uso cívico de los contenedores. Foto: M.À.C.

En cualquier caso las fuentes consultadas advierten que debemos tener en cuenta que el peso de población de Palma es enorme, y de este modo si algunos cientos o incluso un par de miles de personas de los pueblos de los alrededores llevan la basura a Palma, su efecto no es perceptible. Eso sí, siempre que hagan un uso correcto de los contenedores, como harían en su propia casa.

Por ello, además, la vigilancia in situ de los agentes de la Policía Local, así como la colaboración ciudadana, se revelan como dos instrumentos muy útiles para luchar con sanciones contra el llamado turismo de residuos.