El restaurante El Bungalow se enfrenta al derribo tras 39 años en Ciutat Jardí
Costas pone en su punto de mira a otro establecimiento tradicional del municipio
Histórico. El restaurante El Bungalow lleva casi cuarenta años ofreciendo paellas a residentes y turistas y es un referente de gastronomía de calidad. Las plataformas que rodean el establecimiento son de uso público y, según la propiedad, se levantaron cuando no existía aún esta concurrida playa urbana. | Pere Bota
La amenaza de derribo del restaurante El Bungalow se cierne sobre la familia propietaria de este histórico negocio de Ciutat Jardí y advierten que si es necesario «nos encadenaremos para impedirlo». Un informe de la Demarcación de Costas de finales de julio ordena el derribo de este establecimiento por motivos medioambientales. Las paellas del restaurante El Bungalow podrían tener los días contados y la parada tradicional, en la que recalan tanto visitantes como residentes durante todo el año, pasará en breve a la historia.
El Bungalow sigue la misma estela que otros negocios tradicionales de Mallorca, como el restaurante El Peñón 1957 (también en peligro), así como la ya desaparecida terraza de Can Gavella o la piscina del Mar y Paz (Can Picafort).
La familia propietaria de El Bungalow denuncia que «vamos a luchar hasta el final y nos encadenaremos al restaurante si es necesario. Mi bisabuelo compró la casa en 1943 como regalo de bodas para mi abuela [Magdalena Oliver] y mi madre [María Pinya] obtuvo la licencia de restaurante en 1983», señala Maleni Bonet. La cuarta generación, formada por Laura Aguiló, acaba de coger las riendas del negocio familiar, pero tras la amenaza de derribo inminente, no sabe que será de su futuro.
«Es un negocio emblemático, que lleva casi cuarenta años en el barrio. Hemos sido cuatro generaciones de mujeres trabajando en el negocio durante décadas», señala Bonet. Ahora temen por los puestos de trabajo, entre ellos 10 empleos fijos de todo el año y otros nueve fijos discontinuos. María Pinya, que comenzó a regentar el restaurante, no solicitó hasta hace un par de años la licencia de ocupación de costas: «Pensaba que con el título de propiedad de la vivienda le bastaba. Siempre hemos tenido los permisos de actividad y en sus tiempos la Ley de Costas permitía la actividad», cuenta la empresaria. La situación ha puesto contra las cuerdas a María Pinya, que a sus 85 años se encuentra en un delicado estado de salud y se siente responsable de la situación en la que se encuentra el negocio familiar.
Bonet insiste en que «es la casa de mi bisabuela y siempre hemos querido regularizar la situación. Ha sido una casa que mucho más tarde obtuvo la concesión de licencia de restaurante y se están ensañando con los negocios familiares que están en la costa. El departamento de Costas está aplicando una ley de arrastre hacia los restaurantes de toda la vida. ¿Qué quieren? ¿Que queden solo beach clubs que gestionan extranjeros?», se pregunta la propietaria del establecimiento familiar.
La familia de Bonet siempre ha estado muy arraigada en Ciutat Jardí y contaba con tres pequeños hoteles en la zona, que luego se convirtieron en una residencia de ancianos y dos edificios de viviendas. El restaurante El Bungalow fue antes parte de uno de los establecimientos hoteleros. «Siempre se han acercado interesados en comprar el negocio. Te buscan para que vendas y las agencias llaman por teléfono interesadas», dice. Pero jamás han pensado en deshacerse de este inmueble, al que le une una vinculación familiar de décadas.
Según el escrito de alegaciones que presentó la propiedad El Bungalow de Ciudad Jardín S.L., «la construcción del edificio data de 1912 y fue una de las primeras edificaciones de Ciutat Jardí, formando parte del paisaje urbano-costero de la barriada». También consideran «falso que la ocupación solicitada sustraiga todo el ancho de playa para posibilitar un uso lucrativo y excluyente para el solicitante». De hecho, la familia propietaria señala que esta plataforma ha sido siempre utilizada por cualquier bañista. Por otro lado, en sus alegaciones, la propiedad del negocio familiar advierte que «no es un negocio clandestino, sino de sobra conocido por la Administración desde hace décadas, ya que abonan el correspondiente IBI».
Por otro lado, Costas alega que «la antigüedad de esta ocupación sin título no otorga más derecho, sino más bien al contrario, supone un reiterado incumplimiento de la normativa de costas, cuya permanencia solo se puede entender por la falta de medios materiales y humanos de que dispone la Administración».
Ahora la familia del restaurante El Bungalow tiene seis meses para proceder al derribo de la casa que acoge al restaurante. Bonet se pregunta «¿por qué en Andalucía o la Comunitat Valenciana se aplica de manera distinta la Ley de Costas?» y permite la presencia de negocios junto al mar similares al suyo, que tiene los días contados. Empieza una angustiosa cuenta atrás.
El apunte
Una casa construida en 1912 de cuando Ciutat Jardí comenzaba a andar
El edificio se construyó en 1912 y había sido una residencia junto al mar hasta que en 1943 fue adquirido por el bisabuelo de Maleni Bonet. En 1983 María Pinya consiguió la licencia de restaurante y desde encontes ha operado como tal, pagando los impuestos correspondientes, como por ejemplo el IBI. En fotografías antiguas de Ciutat Jardí se puede comprobar la existencia de este edificio en una zona donde era habitual la presencia de residencias de verano de los palmesanos y que fue ideado por el arquitecto Gaspar Bennazar, como ya lo era El Terreno.
La familia Bonet advierte que cuando se construyó la vivienda «no existía la playa ni existía la Demarcación de Costas. Hemos intentado normalizar la situación, pero no nos han dejado», cuenta con impotencia Bonet.
Cap construcció privada amb ànim de lucre que estigui situada en terrenys públics, ha de disposar de concessió per temps indefinit. Ni en Florentino amb totes les seves influències polítiques i el seu poder mediàtic, va aconseguir més de trenta anys de concessió per la construcció del l'Hospital de Son Espases i el El Bungalow incomprensiblement ja en porta 39 de negoci il·lícit, consentit o tolerat per les autoritats.
Ánimo! Este año ha tocado a chiringuitos y restaurantes de playa... El año que viene, puede ser cualquier otro tipo de negocio. Basta ya! Dejen trabajar a la gente para que ustedes puedan mantener sus sueldos públicos y tronos.
Sense voler faltar, pero després de llegir detingudament la notícia, tal i com es detalla a aquest diari, sembla ser que aquest restaurant ha estat funcionant molts d'anys sense autorització i sense pagar el cànon costes que paguem la resta de mortals que tenim negocis dins del domini públic. Un títol de propietat anterior al deslindes que vingueren després de la primera Llei de Costes, no dona dret a lucrar-se amb l'ocupació del que és públic, ni aquesta gent ni cap dels afectats. Sempre ha de primar l'interés general, i aquest fou l'objectiu de la Llei de Costes. Gràcies a això tan senzill, les platges no són propietats particulars en aquest pais, i en podem gaudir tots. I per aixó existeixen les concessions, que molts de noltros hem hagut de tramita (i pargar-ne els canons) religiosament, fins que s'han acabat els terminis.
Si hi ha voluntat de mantenir aquesta edificació, només hi veig una solució, que resti en mans del seu actual legítim titular que és el domini públic.
Me sap greu, però la situació d'aquesta família és la mateixa que visquerem moltes altres al llarg dels anys passats. No entenc com fins ara no el han fet un requeriment.
Aquest restaurant no fa mal a ningú, excepte als quatre envejosos, ressentits i ecolotalibans de sempre. Ara resultarà que el medi ambient millorarà si esbuquen un restaurant que fa dècades que hi és.
Tantos y tantos lugares, hoteles, chaletazos construidos sobre la roca.. pero lo que derriban es lo que podemos disfrutar el pueblo, una comida junto al mar en un chiringuito...
Groucho 74Efectivamente, a ver si leemos más, pero así en general... Si es dominio público de costas no puede haber propiedades privadas. Tendría que tener licencia y no la tiene, xq, según dice la noticia, la propietaria no solicitó hasta hace un par de años la licencia de ocupación de costas xq pensaba que con el título de propiedad de la vivienda le bastaba...
Una vergüenza de políticos y cargos directivos públicos que en vez de preocuparse por el bien común de la isla y de los habitantes, se dedican a destruir puestos de trabajo y arruinar a familias emprendedoras que dan trabajo a gente y pagan impuestos religiosamente.
123 comentarios
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Cap construcció privada amb ànim de lucre que estigui situada en terrenys públics, ha de disposar de concessió per temps indefinit. Ni en Florentino amb totes les seves influències polítiques i el seu poder mediàtic, va aconseguir més de trenta anys de concessió per la construcció del l'Hospital de Son Espases i el El Bungalow incomprensiblement ja en porta 39 de negoci il·lícit, consentit o tolerat per les autoritats.
Un restaurant PRIVAT damunt la platja/costa , que és espai PÚBLIC .... idò, A TERRA AMB ELL ! PROU de barruts aprofitats i de privilegis descarats !!!
Ánimo! Este año ha tocado a chiringuitos y restaurantes de playa... El año que viene, puede ser cualquier otro tipo de negocio. Basta ya! Dejen trabajar a la gente para que ustedes puedan mantener sus sueldos públicos y tronos.
Sense voler faltar, pero després de llegir detingudament la notícia, tal i com es detalla a aquest diari, sembla ser que aquest restaurant ha estat funcionant molts d'anys sense autorització i sense pagar el cànon costes que paguem la resta de mortals que tenim negocis dins del domini públic. Un títol de propietat anterior al deslindes que vingueren després de la primera Llei de Costes, no dona dret a lucrar-se amb l'ocupació del que és públic, ni aquesta gent ni cap dels afectats. Sempre ha de primar l'interés general, i aquest fou l'objectiu de la Llei de Costes. Gràcies a això tan senzill, les platges no són propietats particulars en aquest pais, i en podem gaudir tots. I per aixó existeixen les concessions, que molts de noltros hem hagut de tramita (i pargar-ne els canons) religiosament, fins que s'han acabat els terminis. Si hi ha voluntat de mantenir aquesta edificació, només hi veig una solució, que resti en mans del seu actual legítim titular que és el domini públic. Me sap greu, però la situació d'aquesta família és la mateixa que visquerem moltes altres al llarg dels anys passats. No entenc com fins ara no el han fet un requeriment.
AntoniaEs mentira que lleven 39 años ilegales. El odio y la envidia te corroen.
Aquest restaurant no fa mal a ningú, excepte als quatre envejosos, ressentits i ecolotalibans de sempre. Ara resultarà que el medi ambient millorarà si esbuquen un restaurant que fa dècades que hi és.
Tantos y tantos lugares, hoteles, chaletazos construidos sobre la roca.. pero lo que derriban es lo que podemos disfrutar el pueblo, una comida junto al mar en un chiringuito...
Groucho 74Efectivamente, a ver si leemos más, pero así en general... Si es dominio público de costas no puede haber propiedades privadas. Tendría que tener licencia y no la tiene, xq, según dice la noticia, la propietaria no solicitó hasta hace un par de años la licencia de ocupación de costas xq pensaba que con el título de propiedad de la vivienda le bastaba...
AntoniaDe ilegales nada. La noticia pone que la casa es de su propiedad y tienen la licencia en regla. A ver si leemos mas.
Una vergüenza de políticos y cargos directivos públicos que en vez de preocuparse por el bien común de la isla y de los habitantes, se dedican a destruir puestos de trabajo y arruinar a familias emprendedoras que dan trabajo a gente y pagan impuestos religiosamente.