Martín Vich posa ante su puesto de venta de la ONCE en la barriada de es Fortí, en Palma. | F.F.

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Poder enlazar una conversación con el mejor vendedor de la ONCE en 2022 en Baleares resulta complicado. Y es que por su puesto, ubicado en la barriada de es Fortí, no paran de desfilar clientes, «ya amigos muchos de ellos» para Martín Vich Floriano (Palma, 1962), que reparte suerte, ilusión y simpatía entre los vecinos y los muchos habituales a su ventanilla. Natural de Establiments, antes despachaba cupones y demás tarjetas de la ONCE en Sant Jordi. «Hace 8 años, desde 2015, estoy aquí y la verdad es que siempre tengo gente. Fija la mayoría, pero también de paso. Es un punto con movimiento, la verdad, y todos se han portado siempre muy bien conmigo», explica Martín entre venta y venta.

Días atrás, recibió en Madrid el reconocimiento a su dedicación por parte de la ONCE, a la que llegó en 2010 y para la que «sólo tengo palabras de agradecimiento por la oportunidad que me dio. Y, la verdad, no me esperaba este premio». Desde los 14 años, trabajó en un taller de joyería en el centro de Palma, pero al empezar a perder la vista lo tuvo que dejar. «Fue duro, pero ellos me apoyaron en todo, siempre», comenta emocionado este apasionado del cine policíaco o de suspense, admirador de Marco Polo por sus aventuras y viajes al que le gusta hacer crucigramas ayudado por una lupa.

Vich, atendiendo a una de las clientas habituales de su puesto de venta. Foto: F.F.
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Martín Vich, de 61 años, derrocha amabilidad, educación y humildad. Pero también de sus manos han salido premios importantes, como dos diarios de 35.000 euros, dos ‘sueldazos’ de 20.000... «Lo mejor de todo es que los premios les tocan a esa gente que realmente lo necesita», afirma Vich, que no para de comprobar cupones y tarjetas, devolver pequeños reintegros o premios y vender los diferentes juegos responsables que oferta la ONCE, como parte de la enorme labor social que realiza en todo el país.

El mejor vendedor de la ONCE en Baleares en 2022, en su puesto de trabajo. Foto: F.F.

De lunes a viernes, ha hecho Martín de su puesto en la calle Pasqual Ribot un ir y venir de personas, «especialmente los lunes, que es cuando vienen a mirar si hay premio del fin de semana», aunque también despacha fortuna a algunos bares de la barriada y tiene clientes suscritos a números puntuales. «Repartir felicidad y trabajar es el verdadero premio», apostilla.