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La irrupción de las aplicaciones de móvil, OnlyFans y los anuncios de Internet están invisibilizando la actividad de la prostitución en el municipio de Palma, que concentra un tercio de toda la actividad de toda Baleares. Así lo reflejan los datos de la memoria conjunta de la Xarxa d'Atenció Directa a Persones que Exerceixen la Prostitució a Palma (XADPEP). Las entidades Casal Petit, Metges del Mon y Creu Rotja atienden a estas personas, en colaboración con el Ajuntament de Palma. El año pasado contactaron con 1.448 personas que ejercen la prostitución, aunque no se ha llegado a todas por las dificultades para acceder a ellas. Aún así, el informe advierte que se ha incrementado el número de personas que ejercen la prostitución.

Los locales de masajes, que han proliferado en los últimos meses por toda Palma, son una de las grandes incógnitas ya que es imposible acceder a ellos para conocer en qué situación se encuentran las mujeres, muchas de origen asiático, ejercen la prostitución. Belen Matesanz, de Metges del Món, aseguró que «nos falta mucha información. No tenemos acceso a la prostitución china, aunque ellas nos contactan a través de la aplicación de móvil que hemos puesto el año pasado junto con el Ajuntament, donde se proporciona información sobre nuestros recursos en chino. Existe una barrera lingüística y es difícil dar información sobre estos locales, en todo caso se podría a saber por las licencias administrativas que se les otorgan».

Así, del informe de 2022 se desprende que el 52 por ciento de las personas prostituidas ejercen en pisos o casas, el 27 por ciento lo hacen en la calle, un 12 por ciento en clubs, el 8 por ciento realizan la actividad por desplazamiento y un 1 por ciento a través de webcam. Antoni Colom, jefe de sección de Serveis Socials del Ajuntament de Palma, señaló que ha habido una evolución en los últimos dos o tres años en el ámbito de la actividad. «Antes era un tercio en la calle, un tercio en los clubs y otro tercio en domicilios».

Colom advirtió que «en el momento en el que estas personas consiguen un empleo con dignidad, abandonan la prostitución». Sin embargo, la vulnerabilidad de la que están rodeadas hacen que «en el momento que se quedan sin trabajo, vuelven a ejercer». El proceso para salir de esta situación «es largo y no siempre lineal».

El responsable de Serveis Socials aseguró que «la prostitución a través de web y aplicaciones seguirá creciendo. Un método a través del cual se conciertan servicios y que supone un elemento de dificultad para que las entidades puedan acceder a estas personas, para que puedan tener un proyecto de vida y pidan ayuda».

Las entidades han realizado 805 visitas a 108 puntos de prostitución en Palma, de las cuales el 76 por icento son visitas a pisos y casas, el 15 por ciento a clubs y el 9 por ciento en la calle. «Tocar una puerta no es garantía de que nos abran en negocios como casas o clubs. Hay un porcentaje muy alto de visitas de nuestras entidades que no se transforma en contacto», según Colom. En este caso, más de la mitad de las visitas de las entidades no ha conseguido contactar con estas personas. Por otro lado, seis de cada diez mujeres que ejercen la prostitución «no disponen de un espacio para vivir con privacidad. Viven en la misma habitación en la que trabajan», asegura Colom.

Según el informe, el 93 por ciento de las mujeres atendidas son mujeres, el 4 por ciento son mujeres trans y un 2 por ciento son hombres, que en este caso son mayoría en el caso de la prostitución por desplazamiento a petición del cliente. Eso si, Colom advirtió que habrá una coexistencia de diferentes modalidades de localizaciones. En la calle son mayoría las mujeres las que ejercen esta actividad. La media de edad es de 38 años y el 63 por ciento de estas personas es superior a los 35 años.

En cuanto a nacionalidades, el 8 por ciento son españolas y el 92 por ciento restante extranjeras, de las que el 64 por ciento son de América Latina, el 7 por ciento de la Unión Europea y un 18 por ciento de África. Además, el 45,5 por ciento se encuentran en situación administrativa irregular, lo que incrementa su vulnerabilidad.

Belén Matesanz también trazó un perfil de los clientes: «El perfil de los 'puteros' es cualquier hombre de entre 18 y 92 años que sea activo sexualmente. Puede ser de cualquier nivel económico, social, profesional o político. Y el 99,9 por ciento de los 'puteros' son hombres».

Estas tres entidades también llevan a cabo campañas de sensibilización en los institutos, ya sea «para prevenir su actividad en chicas y chicos como en visibilizar sus condiciones. La prostitución se ha desvirtuado por la pornografía», aseguró Magdalena Alomar, de Casal Petit.