Caterina Cantalleras, profesora jubilada de Historia del Arte de la UIB, advierte que «algunas construcciones no son representativas de la arquitectura contemporánea. No tienen calidad arquitectónica. Que sea bonito o feo ya es una cuestión de gusto».
Para Cantarellas, una de las cuestiones más dolorosas es la proliferación de «piscinas en azoteas. No tiene nombre. La ciudad no está preparada para ello y supone un considerable gasto de agua y un problema medioambiental». De hecho, el anterior consistorio tuvo que poner freno a su construcción. Cantarellas, además, lamenta que «todo se reconvierte en hotel boutique para las clases altas y la población tradicional se desplaza».
¿Cuál sería el sinónimo de los nuevos tiempos? Los edificios de puro cristal, con balcones convertidos en pequeños invernaderos. «A ver, un poco luminosas tendrían que ser las viviendas, pero no tanto», advierte Cantarellas. Del tradicional forjado de hierro se ha pasado a jaulas de cristal donde se observa todo, pero también se puede ser visto desde la calle. Las temperaturas que alcanza la ciudad invocan un clima tropical en el interior de la vivienda, al que se sobrevive «gracias al aire acondicionado».
«En la isla tenemos miles de chalets preparados para los Pirineos, con azoteas pronunciadísimas para evitar la acumulación de nieve... ¡En un país sin nieve!», se escandaliza Cantarellas, mientras lamenta los efectos de «la globalización, de las tendencias de extremo oriente. Todo se moderniza pero sin distinción».
La proliferación de cartelería multicolor, que no guarda ninguna relación con el entorno urbano es uno de los dolores de cabeza más frecuentes, especialmente en el centro. «Hace millones de años que están prohibidos pero es una batalla que casi no se emprende. Pero al final, los carteles se pueden quitar y poner», concede la experta. También pone en entredicho el minimalismo: «Es la moda de vivir rápido y casi en un hotel. No cocinas, no haces nada, es una estancia de paso impersonal».
Miami Beach
Como dice un arquitecto anónimo, «hay que contextualizar la arquitectura en el entorno, pero luego los clientes tienen sus demandas. Somos algo más que clima: somos territorio, identidad y hay que mantener un respeto por el entorno». La moda del cristal «hace que impida entrar el embat que resfresca la ciudad y el interior de la vivienda se convierte en un infierno. Ahora mucha gente viene atraída por Palma, por un glamour que se ve desde fuera pero que no se integra aquí. Hay una estética de Miami Beach, globalizada».
Por su parte, Toni Sorell se muestra a favor incluso de cierto «feismo. No todo tiene por qué ser instagrameable. Y el negro debería ser el color a erradicar en Palma». Sorell, diseñador gráfico activista que pelea por mantener en patrimonio gráfico de la ciudad, pone un ejemplo evidente. «En una cafetería de Santa Catalina se rodó una serie alemana que pintó la fachada de verde. Hubo un efecto contagio en los locales del barrio, cada uno del color que le daba la gana, cargándose la normativa urbanística vigente. Necesitamos una uniformidad en las fachadas».
Habla de «auténticos atentados cromáticos», así como denuncia «las fachadas forradas de ploter [lámina de plástico de diseño], que vemos a pie de calle. Debería haber un respeto en el Kilómetro 0 de Palma», dice refiriéndose a las tiendas que se encuentran cerca de Cort.
Mientras tanto, ARCA lleva años denunciando que «muchos comercios llenan sus fachadas de letreros enormes la mayoría de plástico o vinilo o incluso pantallas con imágenes móviles como si toda la ciudad fuera un espacio publicitario». La portavoz Ángels Fermoselle dice que «la mayoría de los souvenirs se creen que están en el Arenal en lugar de en un centro histórico declarado BIC. No se hace cumplir de manera eficaz con la legalidad. El feismo llega a todos los barrios».
Fermoselle denuncia que «las pintadas vandálicas siguen sin ser eliminadas con premura. Y se siguen derruyendo edificios con historia para ser sustituidos por otros sin personalidad. No basta hacer proyectos concretos como el Paseo Marítimo o una plaza... Hay que cuidar todas las calles y controlar sus usos y su estética».
La portavoz de ARCA afirma que «dicen que Palma quieren ser ciudad Patrimonio de la Humanidad, pues actuemos en esa línea, y copiemos aquello que se hace bien en Santiago de Compostela o en Girona, que lo son y también sin turísticas y con grandes centros históricos. Pero hacen respetar las normas y nos dan cien vueltas».
12 comentarios
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No hemos de ser tan gruñones y aguafiestas. Creo que se puede conceder un mínimo de confianza a nuestros arquitectos. Esto dicho, el problema de los rótulos comerciales clama al cielo. La solución, sin embargo, no puede ser añadir prohibiciones a prohibiciones, sino empezar aplicanndo las prohibiciones ya existentes.
Nos están destruyendo la isla. Venga vender a extranjeros para que tengan su Disneyland.
AndrésY con este ayuntamiento en el centro sigue la suciedad, los yonkis, los grafitis, los patinetistas.... Desde luego, lo que se dice cambio, no ha habido.
PalmonY ahora hay ratas, cucarachas y yonkis en un centro cuyas calles están llenas de grafitis, suciedad, orines, y hoteles boutique. Una auténtica maravilla.
Los estilos modernistas, mediterráneo italinao y el gótico catalán son los que hacen de Palma ser lo preciosa que es. Todo lo demás, debería ir derribándose poco a poco y todo lo nuevo ser neo revivals de ellos.
Que pesadez con las piscinas en las azoteas, no sé a quién narices pueden molestar, como si todo el mundo se desplazara volando. Si tienes piscina malo, si vas a la playa malo, si vas a la playa en coche arderás en el infierno. A los puretas éstos jamás los pillarás satisfechos. Hacen del I can't get no satisfaction su himno.
La mayoría de cubiertas en edificios de viviendas son una porquería, las únicas que están en condiciones de uso son precisamente las que tienen piscina que además están ajardinadas , qué invento es ese de que una piscina consume tanta agua ? El agua de las piscinas no se tira , se depura en circuito cerrado , la mía tiene 25 años y nunca se ha vaciado . Qué sabe esa " licenciada " en arte de arquitectura ? Quien es ella para decir que se prohíba esto o aquello . BASTA DE PROHIBICIONES !!!! Según ella deberíamos vivier en chozas talaióticas ?
Totalmente de acuerdo con Caterina Cantarellas. Algunos arquitectos y constructores no viven en Palma o en Mallorca y si viven aquí, no lo parece. Deberían observar las construcciones tradicionales y saber el porqué de sus características . En Palma hace calor. Las casa antiguas, señoriales, se construían alrededor de un patio que servía de ventilación y daba intimidad a la vivienda. Las viviendas en zonas más populares solían constar de una planta baja y algunas tenían una planta superior, pero la parte interior de las manzanas, eran los patios o jardines de cada casa. Esto es lo que conozco de Santa Catalina, So n´Espanyolet, Son Serralta y otros barrios. En consecuencia, cuando hacía calor, se abría la puerta que daba al jardín y la de la calle se cerraba únicamente con las persianas, de manera que hubiera corriente de aire y se refrescara la casa. Hoy, el cristal hace que el sol inclemente invada las casas. Los balcones con cristales translúcidos, impiden la vista a la calle y la entrada de aire que refresque el lugar batido por el sol . Además, y esto ya es cuestión personal, puede provocar que algún niño sienta la necesidad de asomarse subiéndose a una silla, algo muy peligroso.
Es verdad lo qué se dice de las fachadas de los negocios y qué no se respeta una estética qué se debería cumplir en él casco histórico ni en algunas zonas de la ciudad. Pero es una GRAN MENTIRA qué todo el centro histórico se estén derribando los Palacetes y Edificios Antiguos, si no fuera por los hoteles 5 estrellas o los extranjeros con mucho poder adquisitivo (a los cuáles se les CRÍTICA pero somos humanos, el € es el €) estaría todo el casco histórico echó un verdadero DESASTRE, edificios abandonados (cuesta mucho dinero mantenerlos y generalmente son herederos del patrimonio familiar creado por sus antepasados con mucho esfuerzo y mejor vender, criticar y quejarse de los Forasters). Mallorca era y es una Isla MARAVILLOSA pero somos los Mallorquines quiénes la estamos VENDIENDO por nuestra CODICIA. MUCHAS GRACIAS a toda estas personas el Casco Histórico es uno de los más bonitos de España, SÍ fuera por los Políticos y los Mallorquines estaría lleno de ratas.
La falta de autoridad, la ausencia de una ética, de una moral, de civismo, la falta de un mínimo de cultura...es lo que está acabando con Palma... el mercantilizarlo todo, es el mal que acecha nuestra ciudad. [ahora, señor censor, cense...que he notado que le gusta mucho hacerlo]