La vivienda de la calle Alzina, en el número 40, invade al número 42. | Miquel Àngel Cañellas

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Los vecinos de Son Espanyolet vuelven a sufrir los estragos de la actividad desbocada de Alzina Living. Después de sortear la invasión del alquiler turístico en casas unifamiliares de esta empresa en la zona, que corría el peligro de convertirse en un barrio-hotel, ahora toca el turno de padecer las obras de construcción de nuevas viviendas de lujo.

En el número 40 de la calle Alzina, la polémica empresa está construyendo una casa cuyos andamios invaden la propiedad colindante, en el número 42. La plataforma de vecinos Son Espanyolet Residencial denuncia que «el Ajuntament pasa la pelota a la Policía de Palma y viceversa, mientras Alzina Living invade sin permiso al vecino, con una manifiesta violación del domicilio. La ley, en teoría, protege al débil. En la práctica, su aplicación ineficiente facilita al fuerte hacer lo que le dé la gana».

Andamios sobre la propiedad colindante

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El presidente de la entidad vecinal, Ferràn Aguiló, advierte que «se ha denunciado a Urbanisme y dicen que no tienen celadores asignados, por lo que nos remiten a la Policía Local. Pero éstos nos dicen que tenemos que hablar con Urbanisme». Al final, la promotora lleva dos meses molestando la propiedad vecina con unos andamios que penden sobre las cabezas de los vecinos, que temen por su seguridad.

«Empezaron la obra sin licencia de actividad. Luego tenían que arreglar unos desperfectos que provocaron en la casa vecina. Ahora los andamios invaden la propiedad, empiezan las obras a las siete de la mañana impidiendo el descanso y cierran la calle sin permiso para seguir con la obra», denuncia Aguiló. La empresa, propiedad del noruego Erik Oren, se ha reconvertido en promotora de viviendas de lujo en Son Espanyolet. La casa iba a convertirse en las cocinas centrales de un ‘hotel horizontal’ que fueron paralizadas.