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La Soledat Sur está acaparando titulares y no están relacionados con la sección de sucesos. La irrupción del Art & Design District Palma augura un futuro (y también un presente) esplendoroso. La conversión de antiguos talleres y locales en galerías de arte alternativas han empezado a impulsar una escena cultural underground, al margen del Casc Antic, donde hasta ahora se concentraba la actividad artística.

Solares que hasta ahora acogían toneladas de basura han sido adecentados y reconvertidos en aparcamientos. Casas de okupas se transforman ahora en residencias para artistas. Y la degradación va dando paso a animados eventos nocturnos. Algo está cambiando en La Soledat Sur, a un paso del Nou Llevant, un barrio que combina viviendas degradadas con promociones de viviendas de lujo y que a su vez ya es denominado por las inmobiliarias como Nou Portitxol.

Los residentes se debaten entre el optimismo y el alivio pero también hay algunas voces críticas ante el arranque del proceso de gentrificación de La Soledat Sur, donde aún se escuchan las gallinas que campan a sus anchas en alguno de sus patios interiores. El principal impulsor de este cambio es el alemán Johann Nowak, que ha adquirido un buen número de locales entre las calles Siquier, Amer y Fornaris para unir talleres y galerías. También se está haciendo con viviendas que destinará a artistas. De hecho, uno de los vecinos que se acerca a Nowak asegura que «tenemos cita con el notario el día 29 de este mes. Le he vendido mi piso, me voy a vivir a Alicante».

El alemán Johan Nowak, impulsor del Art & Design District Palma
El alemán Johan Nowak, impulsor del Art & Design District Palma

Nowak está enamorado del barrio, afirma que tiene «la misma energía que Williamsburg, el Soho o el Bronx». Durante la Nit del Art celebrada ayer las cocheras que ha adquirido acogieron exposiciones y atrajeron a amantes del arte contemporáneo. El mecenas alemán asegura que La Soledat Sur le recuerda «al Berlín del Este de los años 90, después de la caída del muro». Asegura que «no sabía que iban a levantar tantas viviendas en Nou Llevant. Hace años hicimos aquí la primera exposición del artista Gary Hill y su mujer me decía que este barrio no le gustaba».

Nowak asegura que quiere compartir su experiencia con el barrio y quiere impulsar talleres de fotografía para los niños de La Soledat Sur, «las mujeres gitanas están muy contentas con nosotros». En octubre del año pasado organizó una gran paella en la calle Siquier, con mesas en las que los vecinos compartían las viandas. «Participaron los residentes, igual que en las fiestas del barrio que se hacían en la década de los 60», asegura. En la calle contigua ya ha montado un estudio de radio para acoger La Soledat Radio, de la mano de Sputnik. El alemán Roman Hillmann participa en esta emisora y asegura que quieren impulsar la creación de la Associació de Veïns de La Soledat Sur.

Esta semana reabre la panadería Malvina’s, que cerró tras la jubilación de Juan. Retoma el negocio Eva, que ha estado toda la vida trabajando allí, y Nowak es el socio que ayuda a que vuelva a abrir un punto comercial vital en la zona, vendiendo el pan de siempre a los vecinos. Durante los partidos de la Eurocopa Nowak dispuso una pantalla gigante en una de las naves donde los residentes animaron a la selección española, que derrotaba a Alemania. Aunque a Nowak no le importó en absoluto, se sumó a la fiesta vecinal.

La panadería Malvina's reabrirá dentro de poco

Patricia Pizà es una de las vecinas que acoge con los brazos abiertos los nuevos aires que respira La Soledat Sur, que hasta ahora era el centro de operaciones del clan de El Pablo, que este año sufrió un golpe policial que ha puesto en evidencia su poderío inmobiliario en la zona. «Hemos sufrido mucho. Y es preferible tener alemanes y suecos, que no sabes ni siquiera si están, a lo que teníamos hasta ahora», asegura.

«Yo nací aquí y he visto como ha ido evolucionando. Ojalá vinieran y me tocaran a la puerta para comprar. He estado a punto de vender, muy mal vendido, era insufrible. Hemos tenido que poner ventanas de climalit para no escuchar el ruido de los coches que pasan con la música a tope a las cinco de la mañana», afirma.

Drogadictos al lado de casa, jeringuillas en el portal, redadas policiales, basura acumulada en las calles, okupas... «Queríamos vender pero el jefe de mi marido, que es alemán, nos dijo que no lo hiciésemos, que iba a cambiar. Y así está siendo», afirma Patricia, que por fin ve con cierto optimismo el rumbo del barrio.

Carmen Tomás, que considera La Soledat su barrio, se ha mostrado muy crítica con la nueva deriva. «Aquí al lado hay edificios con pisos que se alquilan a 1.800 euros. La operaria de Emaya que viene por el barrio me pregunta si hay algo aquí para alquilar pero no hay nada. Y las señoras que salían a tomar la fresca ya han fallecido». Tomás asegura que aquellos vecinos de La Soledat Sur que están de alquiler «están en peligro».

Una vecina confiesa que «me tengo que ir después de casi medio siglo». Y no hay alternativas. «Están comprando todas las casas para cerrarlas», afirma Tomás. «Debería ser un coworking pero no casas de artistas. Antes era más fácil encontrar vivienda, pero aquí hay especulación y acabarán tirando las manzanas enteras», denuncia. Que hay interés inmobiliario en la zona por parte de inversores extranjeros, especialmente suecos, se sabe hace años, cuando la situación era más difícil. Hoy las cosas han cambiado, quien sabe si demasiado. Mientras tanto, a lo largo del año, Art & Design District Palma ha convocado a numerosas personas para diferentes eventos, ya sea cenas en terrazas con DJ o comidas vecinales en la calle. Es paulatino, pero el cambio en el paisanaje ya se está notando en un barrio en el que hasta hace unos años no se atrevían a entrar los taxistas.