Escombros en el solar de las casas expropiadas, a mediados de noviembre. | AAVV Son Fuster Nou Ses Palmeres/Embat

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El área de Infraestructures del Ajuntament de Palma ha paralizado la demolición de las casas expropiadas de la calle Aragó tras detectar presencia de amianto. Según han informado fuentes municipales, el Ajuntament ha tenido que elaborar un plan de desamiantado que permitirá continuar con el derribo, porque se desconoce si el amianto está mezclado con los escombros o es superficial. El plan ya se ha tramitado (el lunes pasado se entregó al Instituto Balear de Seguridad y Salud Laboral (Ibassal) y está pendiente de aprobación.

Los trabajos de demolición se iniciaron a mediados de septiembre. Se trataba de unas casas en estado ruinoso, situadas en los números 255 y 257 de la calle Aragó, en el tramo entre el Camí de Can Foradí y la calle Can Roses. Fueron expropiadas en 2018 pero el derribo ha tardado seis años en comenzar. La degradación de las viviendas, que en algunas temporadas fueron ocupadas, preocupaba a los vecinos de la zona, que insistieron al Ajuntament para que iniciara la demolición.

Paralelamente, el Ajuntament negocia con el Ministerio de Defensa para la cesión de unos terrenos militares unos metros mas arriba en la misma calle, para poder ejecutar el ensanche previsto en el Plan General. Se trata de una franja con naranjos dentro de la Colonia Militar de Son Rullán, entre los números 271 y 301. La cesión de este espacio ya estaba contemplada dentro de un acuerdo alcanzado en 2010 entre Palma y el Ministerio de Defensa.

El ensanche de la calle Aragón permitirá ejecutar un desdoblamiento de carriles para resolver los atascos que se producen en este punto de entrada a la ciudad, especialmente con la incorporación de vehículos desde Marratxí. En lugar de los dos carriles actuales se podrá pasar a cuatro. Es una reivindicación conjunta de las asociaciones de vecinos de la zona.