Palma celebra este martes, 31 de diciembre, la Festa de l'Estendard, que conmemora la llegada de las tropas de Jaume I El Conqueridor a Mallorca en 1229. | Jaume Morey

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Palma celebra este martes, 31 de diciembre, la Festa de l'Estendard, que conmemora la llegada de las tropas de Jaume I El Conqueridor a Mallorca en 1229. Una cita imprescindible en la agenda política de la isla y día grande de la ciudad de Palma, culminando los actos iniciados hace unos días con el pregón (que este año pronunció el sacerdote Bartomeu Suau) y la ofrenda floral en la víspera. La plaça de Cort ha sido, como siempre, el centro de la celebración, con la fachada del Ajuntament engalanada con escudos, damascos y el retrato de Jaume I que normalmente preside el salón de plenos.

Como dicta el protocolo, el acto ha comenzado con el alcalde, Jaime Martínez, pasando revista a la Policía Montada junto al jefe de Policía, Guillem Mascaró. Luego se ha sacado a la plaza la 'cimera reial' (en realidad, una réplica, puesto que la auténtica se encuentra en Madrid), que ha quedado expuesta frente al banco de Cort. Al toque de los tamborers aparecían los regidores de la corporación, de todos los colores políticos, portando el estandarte, que se ha erguido y fijado mientras sonaba La Balanguera en los insturmentos de la banda municipal. En ese momento, uno de los más emblemáticos de la celebración, han arrancado aplausos y se han escuchado gritos de 'Visca Mallorca!' entre el público, secundados por más 'viva!'.

Acto seguido se ha iniciado la procesión hacia La Seu, encabezada por los soberbios corceles de la Policía Montada, uniformada de gala y con banderines de España y de Mallorca. Detrás, los tamborers de Sala, la Cofradía Balear de Cavallers de san Jordi, cavallets y cossiers, los ministriles del Consell de Mallorca, guardias de honor, la corporación municipal con el alcalde y el jefe de Policía cerrando la comitiva, y por último, la banda de música. A las puertas de la Seu esperaban la presidenta del Govern, Marga Prohens, y el presidente del Parlament, Gabriel Le Senne.

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Prohens ha sido antes espectadora de la primera parte de la Festa en Cort, pero no así Le Senne, que ha ido directamente a la misa. Entre las autoridades destacaba también, por su uniforme militar, el comandante general de Baleares, Fernando Luis Gracia. En cambio, ha sido llamativa la ausencia del presidente del Consell de Mallorca, Llorenç Galmés, que este lunes tampoco estuvo en la ofrenda floral.

A la misa en la Catedral, presidida por el obispo, Sebastià Taltavull, no han asistido todos los regidores: los de Més y Podemos no han entrado en la iglesia. La Festa de l'Estendard continuaba después en Cort. A la entrada de la comitiva se ha escuchado un grito de 'A Mallorca, en català!'. Seguidamente, ya con la corporación alrededor del pendón, ha vuelto a sonar La Balanguera, y el estandarte ha vuelto a entrar en Cort al toque de los tambores, precedida de la 'cimera'.

A continuación, Miquela Lladó ha representado el poema La Colcada de Pere d'Alcàntara Penya, con los niños de la Escola de Música de Mallorca. Lladó ha tenido problemas con el micrófono, pero los ha afrontado con aplomo para continuar con el espectáculo; aunque en un momento le ha vencido la risa, arrancando la simpatía y aplausos del público. Acto seguido ha sido el turno del discurso del alcalde, más de media hora de repaso de su programa de actuaciones, que ha hecho que la entrega de medallas de oro comenzara con retraso. De hecho, un grupo de jóvenes incluso ha iniciado unos aplausos dando a entender que tenía que acabar. Finalmente, ya dentro del Ajuntament, se han entregado las Medallas de Oro de la Ciudad de este año.