La residencia de personas mayores de Puigpunyent fue inaugurada en febrero de 1985.

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A. BETTI/M. BAUÇÀ/J. F. MESTRE Los hechos denunciados por el Consistorio de Puigpunyent ante la Conselleria de Presidència se produjeron el pasado día 19 de diciembre. La directora del centro geriátrico salió a pasear con una interna que por su avanzada edad necesitaba usar pañales. Después de andar varios minutos, a unos metros de la residencia, la anciana perdió el pañal provocando una reacción violenta por parte de su cuidadora.

Según testigos presenciales, la encargada de la residencia agarró a la mujer por los cabellos y la zarandeó hasta el interior de un patio, donde golpeó con la mano a la anciana en la cabeza y otras partes del cuerpo. De regreso al geriátrico, según las mismas fuentes, la interna recibió un nuevo golpe con un bolso en la cabeza, mientras su cuidadora le decía que estaba harta de ella.

Los hechos fueron puestos en conocimiento del Ajuntament. En la denuncia que la Administración municipal ha remitido a la Direcció General d'Acció Social del Govern balear figuran los nombres y apellidos de las ocho personas que presenciaron la agresión. La denuncia fue presentada en mano por el alcalde, Antoni Arbona, remitiendo una copia a la Fiscalía.

Ultima Hora se ha puesto en contacto en dos ocasiones con la religiosa denunciada, que ha negado las acusaciones que se le imputan, rogando que este tema no sea publicado toda vez que los hechos en cuestión sucedieron ya hace más de un mes. «Esto es un chafardeo de pueblo y es falso todo lo que se ha dicho y en este asunto se ha exagerado mucho», comentó. «Todo lo que se cuenta no tiene ni punto de comparación con todo lo que realmente ha ocurrido».

La Fiscalía dice que no hay delito
La Fiscalía de Balears trató ayer la denuncia remitida por el Ajuntament de Puigpunyent y la Conselleria de Presidència sobre la presunta agresión de una interna en la vía pública. Una vez estudiada la documentación remitida, la Fiscalía ha considerado adecuado remitir el expediente al juzgado de guardia puesto que no ha detectado indicios de ningún delito, en todo caso una falta (agresión).

Desde la Fiscalía se ha dejado claro que en todo caso se investiga un hecho puntual protagonizado en la vía pública entre una interna de la residencia y su cuidadora. En consecuencia, la investigación no se centrará en ningún momento en el funcionamiento interno del centro geriátrico.