El pueblo de Lloret no ve con agrado la reforma del emblemático
pozo de la carretera. Las obras, incluidas en los proyectos del Pla
Mirall, han levantado una fuerte polémica en el pueblo, ya que los
vecinos creen que no se ha respetado el carácter tradicional de
este pozo.
De momento, la empresa constructora ha desmontado la cubierta
del pozo que caracterizaba este elemento arquitectónico, y que los
vecinos consideraban como una señal de identidad de Lloret,
reconocida por todos los visitantes.
Además de la cubierta, se han desmontado también los elementos
exteriores del cuello del pozo, incluyendo unos antiguos
abrevaderos construidos con cemento.
La mayoría de vecinos cree que no era necesario emprender unas
obras tan radicales, ya que el pozo se encontraba en buenas
condiciones de conservación, con lo que hubiera sido suficiente
reformas de embellecimiento.
La última reforma que sufrió este pozo de la carretera, que
sirvió durante siglos para proveer de agua el pueblo, fue hace 70
años. El pozo fue reformado debido al deterioro que sufrían la
cubierta y las columnas. Desde entonces, no se ha vuelto a tocar,
por lo que ni los más viejos del pueblo recuerdan otro aspecto que
no sea el actual que le caracteriza.
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