Los cuatro ediles socialistas abandonaron el pleno como forma de
expresar su protesta por el modo en que el equipo de gobierno PP-UM
ha subsanado las deficiencias que la Comissió Insular d'Urbanisme
de Mallorca (CIUM) detectó en las Normas Subsidiarias en febrero de
1998. El portavoz del PSOE, Jaume Bosch, denunció que tanto el
arquitecto redactor del planeamiento, Jaume Morey Pizà, como el
abogado, Agustín Hayles Aguiló, habían dimitido y que pese a que
tal renuncia no había sido aceptada por la mayoría municipal, el
informe jurídico que justifica las rectificaciones del planeamiento
urbanístico iban firmadas por otro letrado.
Bosch, que fue increpado por Joan Massot (PP) por no haber
asistido a la última comisión informativa, también quiso conocer
detalles de cómo habían sido subsanadas algunas deficiencias «de
acuerdo a las directrices del equipo de gobierno». Sin embargo, los
políticos trasladaron las contestaciones al jefe del área de
Urbanismo, Jaume Massot. Al repasar las modificaciones cuestionadas
por el PSOE, la Corporación se apercibió de que al menos una de
ellas no había sido rectificada.
Por su parte, Eugenio Hidalgo, portavoz de la Agrupación Liberal
de Andratx (ALA), criticó a la mayoría que durante esta legislatura
no haya invitado a la oposición a consensuar el planeamiento y
acusó al concejal de Urbanismo, Antoni Bordoy (UM), de no haberse
enterado en cuatro años de qué son unas normas subsidiarias. Para
Hidalgo, el pacto PP-UM ha sido «un matrimonio de
conveniencia».
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