La Comissió Insular d'Urbanisme de Mallorca (CIUM) rechazó ayer la
modificación de la Normas Subsidiarias de Campos para la
construcción de un campo de polo en el término municipal. La
comisión tomó por mayoría está decisión "el PP se abstuvo" al
considerar que las Normas Subsidiarias de Campos no se ajustan al
Plan de Ordenación de la Oferta Turística (POOT), lo que implica
que no se puede tramitar la modificación del planeamiento.
Francesc Quetglas, presidente de la Comissió d'Urbanisme,
explicó que se han detectado numerosas deficiencias que permiten
frenar el proyecto contemplado en las Directrices de Ordenación del
Territorio (DOT), aprobado recientemente por el Govern balear.
Quetglas hizo una lectura a largo plazo: «Para ajustar las normas
urbanísticas al POOT se tardará por lo menos seis meses. Si en este
tiempo se consolida un pacto progresista hay tiempo más que
suficiente para reconsiderar este proyecto».
La Comissió Insular d'Urbanisme ha encontrado más deficiencias
en el proyecto. La promotora del complejo deportivo considera que
el impacto medioambiental disminuye si se diseminan las
edificaciones. Para Urbanisme del Consell, por contra, «esta por
demostrar que sea menor el impacto si se diseminan las
construcciones en una zona de acebuches». También argumenta la CIUM
para rechazar el proyecto que en Campos no hay agua de sobra. «Se
tendría que realizar una previsión del crecimiento en el consumo de
agua», indicó Francesc Quetglas.
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