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INÉS BONET El municipio de Llubí contará con servicio de guardería a finales de setiembre, a pesar del inminente cierre del convento de las franciscanas. Hasta ahora, las religiosas eran las que atendían a los niños de entre uno y tres años. El alcalde de Llubí, Francesc Bauçà, ha mantenido una serie de reuniones con las 28 familias afectadas para estudiar conjuntamente la manera más viable para seguir ofreciendo el servicio de guardería. De momento se están estudiando dos posibles horarios: de las 8 a 12'30 horas y de 15 hasta las 17 horas, o uno más completo que cubre de las 8 a las 13 horas y de 15 a 18 horas.

Según Bauçà, por ahora se descarta ofrecer un horario continuado, ya que en este curso no se puede ofertar el servicio de comedor. «Se estudiará la posibilidad de contratar a dos puericultoras, a ser posible locales», explica el alcalde. «Aunque todavía lo tenemos que hablar con las religiosas», añade. El plazo de matrícula estará abierto hasta el jueves de la semana que viene. Una vez se conozcan con exactitud las plazas solicitadas, el alcalde se reunirá nuevamente con los interesados para acabar de perfilar los servicios que se ofrecerán este curso. El Ajuntament ha llegado a un acuerdo de colaboración con las franciscanas de Llubí para alquilar dos aulas del convento, las mismas que se utilizaban hasta ahora como jardín de infancia.