El alcalde de Muro, Miquel Ramis, ordenó paralizar las obras de
construcción de la prolongación de la línea férrea desde Inca hasta
sa Pobla a su paso por el municipio, cerca de la carretera de Búger
y el camino de Sant Vicenç, porque según apuntan «no se ajustan al
proyecto aprobado».
Ayer por la mañana, los vecinos de la zona afectada expresaron
su preocupación al Ajuntament por el cambio de trazado, ya que les
afecta directamente.
Según informa el Ajuntament de Muro, el trayecto inicial de la
construcción de las obras del tren de Inca-sa Pobla se ha desviado
para evitar derribar una casa de campo de pequeñas dimensiones y
añade que con este cambio de trazado se ha creado una curva que,
además de que podría resultar peligrosa, se están utilizando unos
terrenos particulares que no han sido expropiados.
A raíz de las quejas de los vecinos afectados, el alcalde de
Muro ayer por la mañana firmó un decreto de Alcaldía mediante el
cual ordenaba paralizar las obras del tren de Inca-sa Pobla a su
paso por el término municipal de Muro.
Alrededor de las tres de la tarde de ayer, una patrulla de
policías locales se desplazó hasta el lugar de los hechos para
ordenar la paralización de las obras.
Por otro lado, el nuevo gerente de Serveis Ferroviaris de
Mallorca, José Antonio Santos, desconocía ayer por la mañana que se
hubiese realizado alguna modificación de dicho proyecto. Debido a
la alarma que ha generado entre los vecinos afectados, de forma
cautelar, las obras quedaron paralizadas ayer por la tarde a la
espera de que se concrete la modificación efectuada en el
proyecto.
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