La decisión adoptada ayer por la CIUM para borrar del mapa 76
posibles urbanizaciones se basó en el informe favorable del
dictamen del Consell Consultiu de la Comunitat Autònoma de les
Illes Balears. En la práctica, la desclasificación de más de 70
suelos urbanizables incluidos en la moratoria del Consell implica
impedir la construcción de 100.000 plazas turísticas y
residenciales y la protección de 2.143 hectáreas.
Algunas de las urbanizaciones que ya no se podrán desarrollar
llevaban varios años de tramitación. Las más conocidas son es Pujol
y sa Talaiola (Santanyí), Chopin (Valldemossa), Cala Ferrera
(Felanitx), s'Estanyol (Artà) y un sector de sa Ràpita (Campos).
Con la normativa aprobada ayer por consenso del pacte de progrés
(PSOE, PSM, UM y EU-Els Verds) se paralizan proyectos de
urbanización que carecían de plan parcial aprobado y otras
iniciativas con plan parcial que no fueron desarrollados en los
últimos cuatro años.
La presidenta del Consell, Maria Antònia Munar, valoró que esta
medida «protege a los mallorquines de 76 urbanizaciones más». Los
consellers del PSM Josep Gomila y Antoni Alorda coincidieron en
señalar que «la decisión tomada hoy (por ayer) da paso a una de las
medidas urbanísticas más importantes tomadas hasta ahora en
Mallorca». EU-Els Verds también aplaudió la decisión de la CIUM por
cuanto «supone un instrumento de protección para las zonas que, en
caso de quedar desprotegidas, corrían un serio riesgo de ser
urbanizadas».
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