Plantas, flores, frutas, verduras y este año también el vino fueron
los atractivos de la I Fira d'Inca que abre las puertas a un mes de
actos y actividades, que dan paso a la gran diada del Dijous Bo.
La I Fira despierta a Inca de su letargo veraniego. El Dijous Bo
se acerca y con él arraigadas costumbres que todavía no han
sucumbido a los tiempos modernos.
Las ferias de Inca nada tienen que ver con cualquiera otra feria
de las que se celebran en casi todos los pueblos de Mallorca.
No hay exposiciones de animales, automóviles, ni carpas de
expositores, todo esto se deja para el Dijous Bo.
Las ferias es una cita anual, por no decir la única, que los
inquers todavía tienen con su ciudad y que este año tuvo como
principal novedad la I Fira del Vi Mallorquí, con la participación
de seis bodegas de Mallorca, entre ellas la de Son Bordils que,
después de 30 años, ha sacado su primer vino al mercado.
Los actos culminaron con el tradicional desfile de modas en el
que los comercios de Inca presentaron su moda otoño-invierno.
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