Un naranjo del valle de Sóller.

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El dossier denominado «La problemàtica de la taronja a la vall de Sóller» plantea un negro futuro a la payesía sollerica si no se toman medidas por la vía de urgencia. Algunas propuestas de futuro planteadas son proporcionar a los productores de cítricos «una compensación por kilo» procedente de la Unión Europea u otras Administraciones Públicas, como reciben los aceiteros, o bien por hectárea de terreno cultivada, como sucede con los planes de mejora de algunos frutos secos (almendra y algarroba). El informe se decanta por la primera opción porque garantiza la ayuda al agricultor y no al propietario.

Otra solución residiría en recibir una compensación a través del cobro de la «ecotasa u otro tipo de remuneración», toda vez que los cientos de miles de turistas que visitan el valle solleric elogian la belleza de la comarca. «Si no podemos disfrutar de ventajas urbanísticas, es justo recibir una compensación digna». Una tercera alternativa, ésta dirigida al ámbito de la cooperativa, es aplicar «exenciones o beneficios fiscales que permitan compensar los gastos de comercialización» porque a pesar de que la unificación de productores en grandes empresas, tipo Fruita Bona, «ha dado resultados satisfactorios» a la hora de la comercialización puesto que ha dado una «salida viable». Pero también es cierto que los gastos han aumentado por el mismo motivo, cifrándose esta partida en el 20% del precio de venta del producto final.