Diez chicos de la comarca de Inca se forman desde hace poco más de
un mes en el oficio de picapedrer, dentro de los cursos de garantía
social que organiza el Ajuntament de Binissalem. En el plazo de un
año, los jóvenes estarán preparados para cubrir la fuerte demanda
existente de profesionales capaces de efrentarse a los trabajos de
la piedra que requiere la construcción, especialmente en un
municipio en el que la rehabilitación está ganando terreno.
Los asistentes a este curso único de garantía social que oferta
un Ajuntament en la comarca de Es Raiguer, son jóvenes menores de
21 años que no han completado los estudios de la ESO. De esta
manera, se solucionan al tiempo dos demandas sociales, la búsqueda
de una ocupación para un sector importante y la satisfacción de las
demandas de los constructores.
El ciclo formativo dura un año e incluye seis meses de formación
retribuida en una empresa. El Ajuntament recibe una subvención de
la Conselleria de Educació de 8'4 millones de pesetas, lo que
supone el 86 por ciento del coste total del proyecto.
«La idea que tenemos es la de continuar con los cursos también
el año próximo», explica el regidor Joan Lladó, que resalta su
«buena acogida». El Consistorio se plantea además otros métodos de
formación que permitan preparar especialistas en los oficios
tradicionales a través del sistema de escuelas taller. En estos
momentos, el Ajuntament negocia con el CIM la posibilidad de que
sea una escuela de este tipo la que asuma los trabajos de
rehabilitación del cementerio viejo.
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