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El gran flujo de emigración genera tal cantidad de necesidades que ahora mismo las instituciones no tienen ni los medios ni la capacidad para poder afrontarlas.

Esta es la principal conclusión que se puso de manifiesto en el coloquio celebrado en Inca, sobre emigración, y al que asistieron el alcalde de Inca, Pere Rotger; el director General de Benestar Social del Govern, Josep Antoni Sancho; y el responsable técnico de emigrantes del Consell Insular de Mallorca, así como representantes del PSM, Esquerra Unida, CCOO y del Centro de Información para trabajadores extranjeros. El acto, organizado por la Asociación de Emigrantes Magrebíes en Balears, es el primero de una campaña que bajo el lema «Derecho a tener derechos» continuará con nuevas reuniones en Manacor y sa Pobla.

La campaña es una reivindicación de estos emigrantes magrebíes primero a disfrutar, como cualquier otro trabajador de sus derechos legales, pero también el derecho a mantener su cultura e identidad por lo que demandan, entre otras cosas, la enseñanza del árabe y la educación islámica para los menores y un cementerio para los musulmanes. El alcalde de Inca, después de dar datos sobre la emigración magrebí, como el que cada mes se censan 100 nuevas personas en Inca, aseguró: «No tenemos problemas de convivencia pero no estamos preparados para dar una solución a la creciente demanda de emigración que llega a Inca».