Un centenar de personas se manifestó ayer por la tarde frente al
Ajuntament de Marratxí para exigir normalizar la situación
urbanística del complejo Invaer, en Sant Marçal. La movilización se
trasladó posteriormente al interior de la Casa de la Vila y provocó
retrasar en más de una hora el inicio de la sesión plenaria que
debía celebrarse a las 18.00 horas.
La asociación de vecinos de la urbanización Sant Marçal,
promovida por la cooperativa de viviendas Invaer, acusa al
Consistorio marratxiner de no conceder finales de obras ni nuevas
licencias como medida de presión. Según los vecinos, los problemas
comenzaron apenas un mes después de que fuera aprobado en octubre
de 1995 el proyecto de urbanización. Entonces, el Ajuntament
solicitó el cambio de uno de los solares que le correspondían en la
cesión del 15% que marcaba la legislación por uno mayor y mejor
situado, con el fin de trasladar en un futuro la Casa Consistorial
a este solar.
Esta petición implicó la redacción de un nuevo plan parcial y
una modificación del proyecto de urbanización, aprobado en
septiembre de 1997, siempre a cargo de Invaer. Sin embargo, los
vecinos denuncian que desde mayo de 1997 el Ajuntament «no concede
finales de obra de las viviendas ni nuevas licencias» apoyándose en
la no aprobación del proyecto de urbanización modificado.
Los vecinos dicen querer colaborar con el Ajuntament «pero
lamentablemente esta colaboración no se ha visto correspondida».
Sin final de obras, las viviendas habitadas tienen electricidad a
través de contadores provisionales de obra.
Una representación de los vecinos se entrevistó con el alcalde,
Miquel Bestard, a quien exigieron por escrito que concertara una
nueva entrevista, fijada para el próximo viernes.
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