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En la zona costera de la Colònia de Sant Jordi del municipio de ses Salines hay una avalancha de construcción y venta de viviendas. En estos momentos y a la espera de que comience la temporada de verano, hay 400 pisos en obras y 150 que se han acabado hace poco tiempo y están ya a la venta en distintos bloques de viviendas. Las cifras económicas que se barajan por este movimiento inmobiliario rondan los 6.000 millones de pesetas para el año 2000 si se concretan la mayoría de las ventas.

En el Ajuntament de ses Salines hay preocupación por este asunto, ya que consideran que esta avalancha de construcción es a todas luces desmesurada para una zona costera como la Colònia de Sant Jordi. En este sentido, el delegado de Urbanismo del Ajuntament de ses Salines, Antoni Bonet, ha declarado que «el ritmo de construcción es excesivo, es más, lo que está pasando es un desastre». El problema de esta zona costera es que no pararon la construcción cuando era el momento y ahora no se pueden denegar las licencias de obras que se solicitan porque así están las normas, explicó Bonet.

Otra causa de esta avalancha de construcción es, según Bonet, que en los municipios vecinos todo el suelo urbano está ya construido y las promotoras han ido a la Colònia porque queda mucho espacio donde edificar. El Ajuntament de ses Salines está estudiando ahora la posibilidad de modificar la normativa urbanística municipal para adaptarla a las Directrices de Ordenación del Territorio y al Plan de Ordenación de la Oferta Turística.