La reciente limpieza de las acequias que bordean el Pou Poal de
Binissalem evitará que los restos medievales queden cubiertos cada
vez que llueva. El delegado municipal de Turismo y Patrimonio, Joan
Lladó, ha explicado que el recinto en el que se ubica el Pou Poal
padece un importante estado de abandono después de que una
escuela-taller acabara con su recuperación en 1997. Desde que
finalizó aquella obra no ha habido mantenimiento, por lo que la
zona se ha ido deteriorando.
El pozo padece importantes desperfectos, que incluso pueden
suponer un peligro de caída para los vecinos, según explica Lladó.
Las losas que rodean la boca del pozo están destrozadas, por lo que
un niño o una persona de poca envergadura podría resbalarse en su
interior. Lladó ha anunciado que el pozo será recuperado y tapado
con dos placas metálicas que palien de momento la situación de
potencial peligro.
Lladó ha denunciado además que la zona se ha convertido en un
vertedero y es utilizada por los vecinos para depositar muebles y
electrodomésticos viejos. Así, ha detallado que además de limpiarse
las acequias se ha procedido a la retirada de todos estos trastos.
La acequia del Pou Poal canaliza el agua desde la parte alta del
municipio al pueblo y requiere una constante limpieza.
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