Son Esteva, en el centro de la polémica. Foto: MICHEL'S

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La alcaldesa popular de Andratx ha reaccionado con indignación ante la decisión del Govern de paralizar la variante sur para reducir su impacto ambiental. Esta circunvalación, de apenas un kilómetro, debe comunicar las carreteras de Palma y el Port, sacando tráfico del casco urbano, que en los días punta asciende a 24.000 vehículos.

Moner lo tiene muy claro y acusa al PSM de haber provocado el nuevo retraso. «Está claro que la paralización responde a motivos políticos, los propietarios de Son Esteva son del PSM», manifestó ayer. «El Govern ha escuchado al GOB y a los propietarios, pero no quiere escuchar al pueblo de Andratx», agregó. El trazado proyectado para la nueva carretera pasa mayoritariamente por terrenos de la possessió de Son Esteva, una finca muy bien conservada y recientemente rehabilitada para acoger un agroturismo. Los propietarios, históricamente, han estado vinculados al PSM. De hecho, la presentación de la creación de una agrupación del partido nacionalista en Andratx, hace poco más de un año, tuvo lugar en este edificio.

En la reunión de la comisión interdepartamental, la batlessa defendió que el trazado aprobado meses atrás «es el más adecuado». También criticó que mientras esta opción apenas afecta a una gran finca, la alegación presentada en su día por los dueños de Son Esteva, que piden que el trazado se acerque más al casco urbano, afectará a más pequeños propietarios. La alcaldesa pidió ayer explicaciones telefónicas al conseller d'Obres Públiques ante el nuevo retraso de la variante. Moner también avanzó que «si hay que recurrir, se recurrirá».