El equipo de gobierno municipal "formado por cuatro concejales del
PSOE y uno del PP" afirma sentirse «asombrado» tras haber
averiguado que el ex alcalde de la localidad, el independiente
Antoni Arbona, firmó un contrato con una empresa de telefonía móvil
como titular de la caseta del repetidor cuando realmente el
verdadero propietario era un vecino de la localidad.
El contrato especificaba que el Ajuntament de Puigpunyent era
«dueño en pleno dominio y sin limitación alguna de la caseta donde
se ubican los equipo del repetidor de televisión y de las torretas
donde están las antenas del repetidor, en la zona del Puig de Na
Bauçana». Con la firma del mismo, se autorizaba a la empresa Aitel
Móvil a la explotación, la conservación e instalación en la caseta
del repetidor de una antena de telefonía móvil con el fin de dar
cobertura a la localidad de Galilea. El contrato tenía una duración
de cinco años y en contraprestación Airtel debía pagar 300.000
pesetas anuales.
La irregularidad fue conocida hace unos meses de forma casual
cuando el verdadero propietario altertado por las intenciones de
Airtel se presentó en las dependencias municipales con el fin de
acreditar su titularidad.
Entre los documentos que éste presentó se encontraba una copia
del acta del pleno celebrado el 5 de diciembre de 1986 en el que se
acordaba comunicar por escrito al propietario de la finca de Son
Cortey, Fernando Alzamora, «el agradecimiento de la corporación por
el emplazamiento de la caseta del repetidor de TV dentro de su
propiedad». Ante la evidencia, el alcalde Josep Muncunill ha tenido
que rescindir el contrato y emplazar a Airtel a negociar con el
verdadero propietario.
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