El Ajuntament d'Inca debe 48 millones de pesetas a la residencia de
ancianos Miquel Mir, ya que desde el año 1998 no le ha abonado la
subvención anual prevista. Según parece, el Ajuntament no paga a la
residencia porque a ésta le sobra el dinero, ya que está
funcionando con las subvenciones que recibe del Govern para
financiar las obras.
Así lo ha denunciado el PSM a raíz de los datos que se
desprenden de las liquidaciones económicas de la residencia. Los
datos apuntan a que en el año 97 se concedieron subvenciones para
las obras de la residencia, por un total de 226 millones de pesetas
y sólo se han adjudicado obras por un valor de 196 millones, 150 de
la Fundación Alzina y el resto del Govern balear. Mientras tanto el
Govern ha ido abonando más de nueve millones anuales y la Fundación
Alzina pagando todas las certificaciones de obra.
Según el portavoz del PSM de Inca, Antoni Alorda, «la gestión
municipal deja mucho que desear ya que no está aprovechando los
recursos que tiene la residencia para cubrir todas la
necesidades».
Alorda sigue explicando que «existe una lista de espera de unas
30 personas para entrar en la residencia, por lo que si sobra
dinero se debería dar una solución a este problema. Además, los
residentes pagan una cuota mensual de 100.000 pesetas mensuales, a
los que, si las cuentas son tan boyantes se les podría rebajar la
cuota, en lugar de dejar de abonar las subvenciones previstas».
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