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Margalida Martorell es la propietaria de una de las fincas de la zona de Can Caponet que se han visto afectadas por el paso de las vías del tren que se dirigen a sa Pobla. Desde que Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) cercara con rejas las vías y se cerrara al tráfico el camino de Can Caponet, la familia de Martorell no puede llevar las vacas a pastar a una finca que posee al otro lado de las vías, tal y como hacía a diario.

«Desde que cerraron el camino, no podemos mover las vacas de aquí», dice Martorell. «Las únicas alternativas que nos quedan son: o bien conducirlas por el puente subterráneo y atravesar luego la carretera de Sineu, algo imposible de hacer con las vacas, o atravesar el peligroso cruce de la muerte (el de la carretera de Sineu con el camino viejo de Muro) en donde han fallecido diversas personas», añade.

Además, Martorell se queja también del puente subterráneo que SFM ha construido en la zona y lo califica de «chapuza». «Tiene tan poca altura que los tractores no pueden pasar por él y se ven obligados a ir por la carretera general, donde entorpecen el tráfico», asegura.

Por todo ello, la familia Martorell se ha sumado al grupo de vecinos que le pide a SFM la construcción de un pequeño puente en Can Caponet que permita a los payeses cruzar con tractores y animales las vías del tren sin correr peligro.

SFM descartó, por su parte, la construcción de un puente debido al exceso de pendiente.