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C. VENY/ J.M. SASTRE Las protestas de los comerciantes de la zona del centro de Campos contra la reforma circulatoria aplicada por el equipo de gobierno (PP-UC) porque les supone pérdidas económicas, no cesan. Si hace unos meses se manifestaron primero ante el Ajuntament y, días más tarde, boicotearon la Fira de octubre, ayer protestaron tomando las calles con sus coches.

La manifestación duró unos 30 minutos. Durante este tiempo, los empresarios formaron una cadena con sus turismos, haciendo sonar sus cláxones y exhibiendo pancartas reivindicativas. La comitiva recorrió las calles Sitges, Plaça Major, Parroquia, Bisbe Tallades, Convent y Amer, aunque fue delante del Ajuntament donde los manifestantes aumentaron el tono de la protesta. El estruendo hizo salir a la calle a algunos funcionarios movidos por la curiosidad. Sin embargo, no provocó reacción alguna entre los componentes del equipo de gobierno ya que nadie dio la cara. Sólo se atrevieron a asomarse discretamente por las ventanas de sus despachos. «Si el carrer és tancat, el calaix s'ha acabat» o «Obriu-nos el carrer» fueron algunas de las pancartas que los comerciantes colocaron en sus coches.

La portavoz de los propietarios de pequeños comercios de Campos, Leonor Miró, explicó que «el motivo de la protesta es manifestar nuestra disconformidad con la reforma porque queremos recuperar el tráfico por el centro, ya que si no tendremos que cerrar nuestros negocios». El problema radica en que a la entrada de Campos llegando de Santanyí, ses Salines o la Colònia de Sant Jordi, el tráfico es desviado hacia las rondas y no pasa por el centro. Durante años, esta zona fue de parada obligatoria de compras para los visitantes que iban a la costa.