El marco de la fiesta de Sant Julià, patrón de Campos, sirvió para
que el pueblo rindiera ayer un sentido homenaje de reconocimiento a
la labor política y administrativa de los alcaldes, regidores,
secretarios y jueces de paz de la historia reciente del municipio.
El acto supuso la conclusión de las celebraciones del 700
aniversario de la creación del municipio a raíz de las Ordinacions
de Jaume II.
El homenaje se celebró en el Auditorium de Campos que quedó
abarrotado por los asistentes que no quisieron perderse la fiesta y
por la gran cantidad de campaners que de forma directa o indirecta
han marcado la historia política del último siglo. El Ajuntament
entregó un escudo de plata a cada uno de los homenajeados. De
estos, el grupo más numeroso era el de los regidores que sumaban 50
ediles y ex regidores de la corporación municipal.
El parlamento del acto corrió a cargo de el campaner Llorenç
Bujosa, vicedecano de la facultad de derecho de la Universidad de
Salamanca, quien se refirió a Campos como «una tierra de
integración» en el pasado, en el presente y de cara al futuro. En
referencia al pasado Bujosa explicó que «debe servir para superar
las limitaciones».
El discurso del vicedecano no estuvo exento de críticas a la
actual situación política y económica del municipio al afirmar que
«la riqueza y la abundancia nos han tocado de forma indirecta, ya
que los gobiernos central y autonómico deberían de haber concedido
más contraprestaciones». En clara alusión a la falta de ayudas que
el PP local ha denunciado por no haber podido explotar proyectos
como por ejemplo el polémico campo de polo.
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