El Pla Mirall, las obras de mantenimiento de las calles y el Pla
d'Obres i Serveis han hecho de Inca un laberinto de zonas cerradas
al tráfico. Esta situación no es momentánea, ya que desde el
Ajuntament no se espera que las obras estén acabadas antes de
noviembre.
El proyecto de mayor envergadura y el más caro es el
embellecimiento de las calles Bisbe Llompart y Jaume Armengol y las
plazas d'Antoni Fluxà y sa Quartera. También se han realizado
actuaciones en la Avinguda Reis Catòlics y están previstas más
intervenciones en las proximidades de esta vía.
Los trabajos ya han comenzado en las plazas de Antoni Fluxà y sa
Quartera que estarán levantadas durante los próximos tres meses.
Cuando concluyan ambas actuaciones comenzarán las obras en Bisbe
Llompart y Jaume Armengol. El plazo de ejecución de cada una de
estas actuaciones es de tres meses.
La circulación por el centro de la ciudad se hace difícil a
pesar de la instalación de paneles que anuncian rutas alternativas.
«Hemos decidido hacer todas las obras de golpe para que las
molestias duren el menor tiempo posible», dice el concejal de
Urbanismo, Bartomeu Seguí.
Acaban de concluir las obras en la Avinguda Reis Católics, pero
se han iniciado las de la calle Artà. También se están haciendo
trabajos en la Plaça de l'Àngel.
En las próximas semanas, empezarán obras en las plazas de Santo
Domingo, la zona de los molinos, la plaza de la iglesia de Crist
Rei, la plaza de Blanquer y la Avinguda d'Alcúdia.
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