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R. P. F/J. M. En la mesa redonda convocada por el GOB para tratar la situación urbanística de Pollença se llegó a la conclusión unánime de todos los participantes de que «Pollença sufre una crisis urbanística». Después de dos años de Pacte de Progrés en el Consistorio, se reunieron diferentes representantes de los grupos municipales, aunque la ausencia de los concejales del PSOE fue duramente criticada, tanto por los demás asistentes como por el público.

Un punto fundamental de la mesa redonda fue el momento en que se habló de Cala Carbó. Biel Cerdà (PSM) señaló que una inmobiliaria valenciana pretende construir 22 casas en la zona, aunque hasta 2003 la moratoria protege la zona.

El PP y Unió Mollera Pollencina ofrecieron públicamente su voto al PSM para dar la mayoría absoluta en cuanto a la desclasificación del terreno si el PSOE no se muestra a favor. Por alusiones, Francesc Ponce, miembro del ejecutivo del PSOE, evitó el debate: «No puedo decir nada».

EL polémico campo de golf de Can Guilló saltó a la palestra de tal manera que el pacto formado por el PSOE-PSM-UM ratificó su postura frente al golf. Si el equipo de gobierno no quiere un campo de golf, el PP y UMP están a favor de su legalización. Durante el acto, Joan Cerdà anunció que posiblemente, a partir del mes de junio, será él quien se encargue del área de Urbanismo, si bien la área que le espera será difícil, ya que Pollença está plagada de casetas ilegales.