MICHEL'S/M. B.
La protesta protagonizada por los trabajadores del sector de la
hostelería se vio respaldada con la presencia de algunos vecinos y
comerciantes de Sant Elm. El principal objetivo de la protesta era
solicitar la paralización de unas obras molestas que se realizan
muy cerca de la playa, consistente en un desmonte de gran
envergadura en el que trabajan varias máquinas pesadas que producen
un ruido insoportable. Además, los manifestantes reivindicaron la
necesidad de modificar la normativa municipal de obras y ruidos en
las zonas turísticas del municipio de Andratx.
Carlos González, portavoz de los trabajadores y director general
de cadena hotelera, señaló que la actual ocupación del Aquamarín es
del 50%, mientras que en Don Camilo sólo es del 40%. González
lamentó la «normativa obsoleta» que ha provocado que algunos
turistas hayan cancelado sus vacaciones en Sant Elm a causa del
exceso de ruidos.
Numerosos policías locales y agentes de la Guardia Civil
estuvieron presentes durante la concentración, en la que también
participó la concejala del PSOE Aina Maria Porcel, quien recordó
que en mayo de 2000 su grupo ya planteó en un pleno del Ajuntament
la necesidad de mejorar las condiciones de Sant Elm.
La alcaldesa de Andratx, Margalida Moner, admitió ayer que la
obra que realiza el promotor «es molesta pero legítima» porque
tiene licencia municipal en vigor y la ordenanza que impide las
obras molestas entra en vigor día 15 de junio. La batlessa se ha
comprometido a revisar la ordenanza para alargar el plazo de
prohibición de las obras que producen molestias, si bien se mostró
partidiaria de consensuar el cambio con el sector de la
construcción.
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