Los atascos y retenciones que se producen en las vías más rápidas
de Manacor han hecho que el Ajuntament se plantee incorporar Vías
de Atención Preferente (VAP) en determinados puntos de la ciudad.
El proyecto afectará a las avenidas de Salvador Joan, Fra Juníper
Serra, Mossèn Alcover y Ferrocarril, además de en la carretera de
Palma a su paso por la ciudad, que son las zonas de Manacor donde
se registran los mayores problemas de circulación.
Una VAP es una vía en la que no se puede parar y mucho menos
estacionar en doble fila. Si se realiza esta acción se considera
obstaculización grave de la vía con peligro para el resto de los
usuarios. Así pues, las sanciones que se tienen que pagar en caso
de incumplir la normativa de las VAP es mucho más elevada que las
que se hacen pagar en cualquier otra vía. Por ejemplo, en Palma se
pagan multas de hasta 30.000 pesetas sin posibilidad alguna de
reducción. «Esta determinación se ha tomado porque durante
determinadas horas de la mañana y la tarde se hace casi imposible
entrar o salir de Manacor, ya que la saturación es tal que un
conductor se puede pasar más de 20 minutos esperando para conseguir
su objetivo», explicó ayer el inspector jefe de la Policía Local de
Manacor, Antoni Sureda.
«Todo esto se vuelve todavía más imposible durante el verano,
cuando la afluencia de vehículos es mucho mayor. Además, hay que
tener en cuenta determinados datos como, por ejemplo, el hecho que
la población de la ciudad ha crecido un 3'8% en un año y el número
de vehículos un 7'3%. Para ser más claros: en Manacor hay 32.000
habitantes y casi 30.000 vehículos», explicó Sureda. El delegado de
Policía del Ajuntament de Manacor expresó su deseo de poder
solucionar el problema circulatorio lo antes posible y comentó que
«este crecimiento tanto de coches como de personas no se podrá
sostener durante muchos años: la verdad es que circular por la
ciudad se ha convertido en casi una aventura».
Por su parte. Antoni Mestre anunció también que la próxima
semana se comenzará a aplicar la normativa que regula la ordenanza
de ruido: «Primero se controlarán las motocicletas y ciclomotores,
después los coches, ya que consideramos que el ruido que provocan
algunos vehículos supera los niveles aceptables». «Las sanciones
por ruido serán de 30.000 pesetas más inmobilización del vehículo.
Entonces, el propietario dispondrá de quince días para pasar la ITV
y entregar la documentación en regla, si es así, se reducirá el
coste de la sanción a 10.000 pesetas», explicó el inspector Sureda.
Todo ello, entre otras cosas, como las diferentes actuaciones que
se han llevado a cabo desde el cuerpo de Policía Local se expuso
ayer durante la presentación de la memoria de la Policía Local de
Manacor perteneciente al año 2000.
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