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La alcaldesa de Andratx, Margalida Moner, ha anunciado que remitirá «una queja formal» al Obispado lamentando el comportamiento del párroco de Sant Elm, Josep Betti, quien el pasado sábado se dirigió a los asistentes, antes de concluir la misa, para explicar aspectos económicos derivados de unas obras realizadas en el recinto parroquial. Según la alcaldesa, el rector cometió «una injusticia» al utilizar su locutorio para decir «medias verdades». «Me sentí muy mal», agregó Moner, quien señaló que la Iglesia «ha recibido apoyo institucional y económico del Ajuntament d'Andratx siempre que lo ha necesitado».

La Administración local invirtió unos 7 u 8 millones, según la alcaldesa, en arreglar la planta baja de la iglesia hace unos años. Luego se firmó un acuerdo y el Ajuntament utilizó este local gratuitamente para fines sociales: atención médica, cursos... Concluido el convenio, el municipio siguió utilizando un año más el recinto. La batlessa lamentó que el año pasado el rector ya utilizó el púlpito para denunciar esta situación en lugar de dirigirse oficialmente a ella y que el Ajuntament decidió dejar de usar estas dependencias porque el rector pedía un alquiler mensual de 70.000 pesetas. Ahora, el local está alquilado a particulares por 40.000.

Los servicios municipales se desarrollan ahora en un local de la primera línea de Sant Elm. El sábado, tras explicar las cuentas y citar un déficit económico de ocho millones de pesetas, el rector mantuvo un corto pero agrio diálogo con la alcaldesa, que abandonó la iglesia antes de concluir la celebración.