El ex presidente del Partido Popular de Aragón y senador, Manuel
Giménez Abad, era un enamorado de la Colònia de Sant Jordi y la
localidad costera de ses Salines en la que pasó sus vacaciones los
últimos once veranos quiso ayer rendir un sencillo homenaje a un
visitante a quien los que le conocieron calificaban como tranquilo,
amable, discreto y muy educado. La misa oficiada por el párroco
Pere Orpí en el templo parroquial contó con la presencia de la
viuda, Ana Larraz; sus dos hijos, Manuel y Borja, y Luis Giménez
Abad, hermano del político popular, así como otros familiares y
amigos.
Todos siguieron la misa muy afectados por el recuerdo todavía
reciente de la desaparición de su familiar en tan trágicas
circunstancias. Manuel Giménez Abad fue asesinado el pasado día 6
de mayo en Zaragoza cuando iba a presenciar un partido de fútbol.
Entre los asistentes también estaba el ministro de Medio Ambiente,
Jaume Matas, que ayer expresó su solidaridad con la familia. El
presidente del PP de Balears recordó que tenía una intensa relación
con Giménez Abad y, una vez más, lamentó su desaparición. También
estaba el concejal del PP de Campos Rafael Mas.
Salvador Maresca, amigo íntimo de Manuel Giménez Abad, con quien
solía compartir su descanso estival, expresó ayer el agradecimiento
de la familia y sus amistades hacia la Colònia por este sencillo
homenaje cuya iniciativa surgió del hotel Sur Mallorca, donde la
familia del político conservador solía hospedarse. Maresca aseguró
tener un «recuerdo entrañable» de una persona con la que compartió
navegaciones y pescas frente a las costas del sur de la Isla y a
que calificó de «un verdadero enamorado de la Colònia».
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