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TOMEU OBRADOR El ex presidente del Partido Popular de Aragón y senador, Manuel Giménez Abad, era un enamorado de la Colònia de Sant Jordi y la localidad costera de ses Salines en la que pasó sus vacaciones los últimos once veranos quiso ayer rendir un sencillo homenaje a un visitante a quien los que le conocieron calificaban como tranquilo, amable, discreto y muy educado. La misa oficiada por el párroco Pere Orpí en el templo parroquial contó con la presencia de la viuda, Ana Larraz; sus dos hijos, Manuel y Borja, y Luis Giménez Abad, hermano del político popular, así como otros familiares y amigos.

Todos siguieron la misa muy afectados por el recuerdo todavía reciente de la desaparición de su familiar en tan trágicas circunstancias. Manuel Giménez Abad fue asesinado el pasado día 6 de mayo en Zaragoza cuando iba a presenciar un partido de fútbol. Entre los asistentes también estaba el ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, que ayer expresó su solidaridad con la familia. El presidente del PP de Balears recordó que tenía una intensa relación con Giménez Abad y, una vez más, lamentó su desaparición. También estaba el concejal del PP de Campos Rafael Mas.

Salvador Maresca, amigo íntimo de Manuel Giménez Abad, con quien solía compartir su descanso estival, expresó ayer el agradecimiento de la familia y sus amistades hacia la Colònia por este sencillo homenaje cuya iniciativa surgió del hotel Sur Mallorca, donde la familia del político conservador solía hospedarse. Maresca aseguró tener un «recuerdo entrañable» de una persona con la que compartió navegaciones y pescas frente a las costas del sur de la Isla y a que calificó de «un verdadero enamorado de la Colònia».