La nueva línea de tren unirá los municipios de Inca, Sineu, Petra y Manacor.

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El Consell de Govern aprobó ayer la puesta en marcha del proyecto de reapertura de la línea de tren que unirá Inca y Manacor y acordó la ocupación urgente de los terrenos afectados por la expropiación. El proyecto, que supondrá un acondicionamiento de 30'2 kilómetros de vía, está dotado de un presupuesto de ejecución de contratación de 5.500 millones de pesetas. Estas obras constituyen, según informó ayer el Govern, la primera fase del proyecto de reapertura de la línea de estación de enlace hasta Artà, una de las obras públicas reivindicadas durante los últimos años. Las obras, que constituirán la primera fase del proyecto de reapertura del servicio ferroviario hasta Artà que aún no ha sido diseñado por el Govern, fueron calificadas por el portavoz del gabinete autonómico como un «paso histórico» dentro de la política de potenciación del transporte público, tal y como se recoge en el programa del Pacte.

El Govern calcula que la nueva línea ferroviaria podrá estar en funcionamiento a partir de enero de 2003, según las primeras previsiones. En concreto, el proyecto para la reapertura del tramo entre la estación de enlace de Inca, ubicada en Son Bordils, y Manacor será de via única y tendrá una amplitud de un metro. Se proyecta una vía moderna que mantendrá el trazado existente, aunque se adaptará a las actuales circunstancias de la explotación ferroviaria. La nueva línea ferroviaria recorrerá los municipios de Inca, Sineu, Petra y, por último, Manacor.

El portavoz del Govern explicó que en las zonas urbanas por las que transite el tren, el carril constará de un dispositivo llamado elastómetro, que permitirá reducir las vibraciones y los ruidos a las zonas urbanas. En el recorrido también se suprimirán los 77 pasos a nivel existentes con quince pasos elevados, uno subterráneo y 6'5 kilómetros de caminos laterales de conexión. En zonas urbanas consolidadas se crearán cuatro pasos a nivel dotados con sistemas electrónicos de detección de trenes y se construirán dos pasos subterráneos para peatones. Serveis Ferroviaris de Mallorca inició en 1997 los estudios para la reapertura de líneas, que se ha concretado ya con el tramo ferroviario que une Inca y sa Pobla y que entró en funcionamiento este año.