Los técnicos municipales han tasado en 48 millones de pesetas la
casa que necesita la residencia Miquel Mir para poder ser ampliada.
Propiedad de la concejala de Servicios Sociales, Magdalena
Cantarellas (PP), este edificio es la única propiedad privada que
queda en la manzana de la residencia. Los técnicos del Ajuntament
d'Inca expondrán en breve su informe sobre la casa a los miembros
del patronato de la residencia Miquel Mir. A pesar de que ésta
todavía no ha sido adquirida por el patronato de la residencia, el
proyecto de reforma del centro geriátrico ya incluye la casa de
Cantarellas. Los responsables municipales esperan llegar a un
acuerdo con la edil que permita su compra.
Así, se prevé que Cantarellas y representantes del Ajuntament se
reúnan, en breve, para tratar de llegar a un acuerdo respecto al
precio de compra de la vivienda. Técnicos contratados por la
concejala popular valoraron hace cerca de un año la casa en 50
millones. No obstante, según explicó la propia Magdalena
Canterellas, como ha transcurrido un año desde que se hizo la
tasación y el valor de las cosas cambia con el tiempo, ahora ha
encargado hacer otra tasación que será la que pondrá sobre la mesa
el día en que se negocie y evitó dar ninguna nueva cifra.
Desde el equipo de gobierno popular existe la voluntad de llegar
a un acuerdo con la propiedad de la casa ya que considera que
proceder «a la expropiación seguro que al final saldría más caro
que acordar el precio de compra». En la anterior legislatura,
cuando gobernaba el PP en minoría, el Consistorio ya trató de
adquirir el inmueble pero no llegó a un acuerdo con la oposición.
Entonces, la mayoría municipal fijó el precio de compra en 19
millones, pero la oposición sólo quería pagar el valor catastral
del edificio.
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