Los socios del Club Náutico de s'Estanyol han sido convocados
mañana a una junta extraordinaria en la que está prevista someter
al presidente de la institución, Antoni Ginard, a una moción de
confianza planteada desde la propia dirección. El objetivo de la
directiva es intentar recibir el respaldo a su gestión y en
especial, a la de Ginard, de la masa social.
La junta fue convocada después de conocerse una sentencia
judicial que consideraba probado que Ginard cometió un delito de
apropiación indebida al desviar 5'1 millones de pesetas de una
cuenta corriente del club a una cuenta particular para usos
privados, si bien el dinero fue posteriormente devuelto. Pese a ser
condenado a una pena de un año de prisión menor y a pagar una
indemnización, Ginard siempre ha mantenido que nunca se ha quedado
con una peseta del club náutico. El sector de socios críticos con
el presidente y el resto de directivos consideran que ahora Ginard
«necesita percibir la sensación de que está autorizado a seguir con
sus desmanes y extravíos».
Entre numerosos argumentos, la oposición latente enumera lo que
entienden como numerosas evidencias de una mala gestión: expulsión
de socios sólo por discrepar, haber gastado 60 millones de pesetas
más de los previstos en la ampliación del puerto cuyas obras están
paralizadas por orden judicial, otorgar 150 títulos de socios de
número sin ninguna cobertura estatutaria por el hecho de haber
reservado un amarre en una ampliación suspendida o haberse
apropiado de 5'1 millones ilegalmente, entre otras.
Los socios divergentes recuerdan que la concesión de la
ampliación está pendiente de sentencia y que hasta ahora todos las
decisiones judiciales han sido contrarias a las tesis de Ginard, de
ahí que consideren que no puede prosperar la moción de
confianza.
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