Los manifestantes portaron sus pancartas hasta el salón de plenos del Ajuntament. Foto: PERE BOTA.

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MICHEL'S/M. B.
Vecinos, comerciantes y empresarios con intereses en el entorno de la Plaça d'Espanya recorrieron ayer el tramo comprendido entre esta zona y el castillo de Son Mas y la llegada a la meta coincidió con el inicio del pleno de la Corporación, que debía debatir varias preguntas y mociones de la oposición (PSOE y UM) encaminadas a saber si el equipo de gobierno (PP-ALA) piensa construir un aparcamiento subterráneo en la céntrica plaza. Residentes en el barrio de Cas Vidals, donde el Ajuntament promueve la construcción de viviendas sociales, se sumaron a la protesta porque también se sienten marginados por la Administración, que ha emprendido un proyecto en una zona con deficientes infraestructuras.

Los vecinos portaban pancartas con lemas como «Párking no», «Basta ya de terrorismo urbanístico» y «Salvem Cas Vidals». Todas las sillas del salón de actos fueron ocupadas y muchos siguieron el pleno de pie. Antes de comenzar la sesión, los concejales de la oposición distribuyeron fotocopias de recortes de periódico y circulares informativas expresando su rechazo al polémico párking.

El pleno ofreció un desagradable espectáculo en cuyo transcurso la oposición y el equipo de gobierno se echaron en cara todos los trapos sucios. La alcaldesa, Margalida Moner, tuvo que ordenar silencio varias veces, amenazando con mandar desalojar la sala. Un espectador se levantó y se dirigió a la batlessa para decirle que estos días «ha habido amenazas». Inmediatamente, un policía ordenó a este ciudadano que abandonara la sala. PSOE y UM insistieron en descartar el proyecto del párking y Moner insistió en que se realizará un estudio y luego será planteado a los vecinos para su posterior debate.