Los promotores del campo de polo durante la presentación del anterior proyecto.

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TOMEU OBRADOR El famoso proyecto de campo de polo, prohibido por las Directrices de Ordenación del Territorio (DOT), ha tomado un nuevo rumbo. Las gestiones llevadas a cabo entre las formaciones locales de la oposición UM y PSOE, junto a los directivos de la cadena hotelera Raffles, han fructificado en forma de un nuevo proyecto, con múltiples cambios respecto al inicial, pero manteniendo la misma ubicación, el predio de sa Canova, en las inmediaciones de la carretera que conduce a la Colònia de Sant Jordi, a unos 4 kilómetros del núcleo costero de ses Salines.

Esta drástica modificación afecta a dos zonas claramente diferenciadas: el área deportiva y de alojamiento. Destaca que la idea de campo de polo sigue viva, pero pasa a un tercer plano debido a la ampliación de otra oferta deportiva, con seis pistas de tennis, gimnasio, dos campos de fútbol. También llama la atención la supresión de los chalets con piscinas. Así, las plazas hoteleras pasan de las 2.000 previstas en un principio a 960, con una superficie construida de 51.318 metros cuadrados, de un total de 993.338 que ocupa el complejo.

Según informaron los dos regidores de UM, Joan Josep Mas y Guillem Ginard, y el del PSOE Pere Escales, «creemos que este proyecto es muy bueno para Campos. Es turismo de calidad, que generará empleo para muchos campaners y, además, formará a los jóvenes». En este sentido, apuntaron que se crearía una escuela de formación de hostelería; eso sí, el Ajuntament tendría que aportar un local.

Según se detalla en el proyecto de los arquitectos Joaquín Ozonas, Arturo Vila y José Luis Pujos, «se ha procurado en todo momento adecuar el estilo de las edificaciones a la arquitectura tradicional de la Isla». El hotel de lujo dispone de recepción y servicios (con dos salas de congresos); de 160 habitaciones, de las que 6 son suites provistas de un salón independiente); 112 casas de huéspedes de dos habitaciones y 32 de tres, y oferta complementaria y edificios anexos (dos bares, piscina climatizada y locales comerciales de cosmética y belleza, entre otras construcciones).

Por otra parte, «todas las grandes extensiones libres de la finca se plantean ajardinar con especies tradicionales del paisaje insular, para reducir el impacto visual de las edificaciones y mejorar su integración en el entorno», especifican los documentos que la promotora registrará en breve en las oficinas municipales de Campos. Ginard y Escales apuntaron que está previsto que presenten el interés general para que, en esta ocasión, el proyecto sea aprobado y las obras puedan hacerse realidad. Reiteradas veces, la consellera de Medi Ambient del Govern, Margalida Rosselló, expresó su rechazo hacia esta iniciativa, por contribuir a la «insostenibilidad».

Fotografiar el patrimonio también tiene ahora un precio
Por unanimidad de los grupos políticos con representación en el Ajuntament, el pleno aprobó anteanoche la modificación de la ordenanza reguladora de la tasa por rodaje cinematográfico. Si hace un año se dio el visto bueno a la creación de una tasa de 100.000 pesetas por día a aquellos profesionales que quisieran filmar el patrimonio natural o constructivo de Campos, los que ahora quieran fotografiarlo con ánimo de lucro también tendrán que pedir permiso y abonar 100.000 pesetas.