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J. RODRÍGUEZ La consellera de Medi Ambient, Margalida Rosselló, y el director general de Residus, Nicolau Barceló, se comprometieron ayer ante los vecinos de la Platja de Palma y de ses Cadenes a terminar con los problemas de combustión de la cantera de Can Set en el plazo aproximado de un mes y a cerrar la instalación, una vez sellada, en medio año.

De esta forma, «con una actuación decidida y contundente por parte de la Conselleria» aseguró Barceló, se acabará con los problemas sanitarios derivados de una mala selección de residuos en esta cantera de Llucmajor. Estas molestias, según el portavoz de los vecinos, Rafel Rosselló, vienen arrastrándose desde hace dos años e incluso remarcó que se siguen produciendo vertidos incontrolados en la zona a razón de unos 60 camiones a la hora.

El director general de Residus, por su parte, negó que estos camiones descargaran escombros en Can Set «sino en canteras de los alrededores» y recordó que su departamento va a poner en marcha, dentro del plan de escombros de obra, un total de 80 proyectos de restauración de canteras en la zona de la Platja de Palma y s'Arenal. La consellera agregó que este tipo de vertidos no está autorizado por el Govern.

«La Conselleria ha sido pionera en solucionar el problema de los escombros de Mallorca. Hemos habilitado plantas de selección y tomado medidas para que estos desechos no se viertan en cualquier parte y de cualquier manera, así que no vamos a permitir actuaciones irregulares como las que se están produciendo», señaló Rosselló.