Mateu Morro formalizó anoche su dimisión al frente del Consistorio
de Santa Maria y el PP, en la oposición, aprovechó la ocasión para
dudar de que se trate de una «salida definitiva» y realizar una
durísima crítica contra esta decisión. En su discurso de despedida,
el ya ex batle admitió que «ser alcalde once años ha sido la mayor
responsabilidad» que ha tenido y aseguró que deja el cargo «en
buenas manos» a «un excelente equipo». Satisfecho por el trabajo
realizado, dijo tener la esperanza de que el cambio «sea positivo
para el pueblo».
Morro recordó que en 1992 y 1996 dejó el Parlament y el Consell
para dedicarse íntegramente a la Alcaldía pero señaló que la
importancia del sector de la ganadería y agricultura en Balears,
con él al frente de la Conselleria, le impiden una tercera
dimisión, de ahí que haya optado por dejar la presidencia
municipal.
El portavoz del PP, Antoni Canyelles, le acusó de «decepcionar y
engañar al pueblo» con esta dimisión. El líder popular criticó que
Morro «siempre ha antepuesto sus intereses personales o los de su
partido (PSM) a los del pueblo» y finalmente aseguró que si sigue
como concejal «es porque quiere seguir controlando el Ajuntament».
El edil de UM, Biel Mesquida, respetó la decisión de Morro y votó a
favor de aceptar la dimisión.
La renuncia del batle y la próxima elección de Rosa Vich como
alcaldesa, posiblemente en un pleno a celebrar este jueves, no
implicará remodelar las áreas de gestión. Vich seguirá con las
responsabilidades en materia de Participación Ciudadana, mientras
que Morro se encargará del área de Fomento y Dinamización
Económica.
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