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C. VENY/ J.M.S. La tortuga mediterránea (Testudo hermanni) padece un proceso de regresión poblacional que se debe especialmente a la invasión del hombre en su hábitat natural. La amenaza que padecen estos reptiles ha provocado que el Govern de les Illes Balears y la Fundació Natura Parc hayan alertado sobre el comercio ilegal de estas tortugas en los principales mercados de Europa. El principal problema que afecta a las poblaciones de esta especie protegida es «su venta en el mercado negro como objetos de colección. Por cada ejemplar de llegan a pagar entre 40.000 y 100.000 pesetas», ha denunciado el director del programa de recuperación de tortugas de la Fundació Natura Parc, Samuel Pinya, y el técnico del Servei de Protecció d'Espècies, Joan Oliver.

Con el objetivo de conservar las especies autóctonas y para recuperarlas, técnicos de la Conselleria de Medi Ambient, en colaboración con Natura Parc, liberaron ayer 67 ejemplares en la finca pública de Albarca-es Verger de Artà. Las tortugas que han regresado a su hábitat natural provienen de la donación de particulares a Natura Parc. Desde que en los años 80 la especie fue protegida, han sido liberadas unos mil ejemplares. Desde el mes de abril en que comenzó el programa, la fundación ha recibido 350 ejemplares procedentes de manos privadas.

Ayer, los animales fueron liberados en dos áreas diferentes porque «de esta manera se asegura la mejor reproducción de la especie», comentaron los expertos. Ahora es la mejor temporada del año para liberar tortugas porque las temperaturas son más suaves y la vegetación comienza a ser abundante. Para asegurar la supervivencia, la fundación mantiene los ejemplares hasta un poco antes de llegar a la madurez sexual y así «son liberados reproductores que en un año o dos ya pueden poner huevos», explicó Pinya.